Una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptó el domingo a un velero, de nombre Zalvamar, al poco de soltar amarras en el puerto de Xàbia. El barco, que puso rumbo al puerto de Santa Eulàlia, en la isla de Ibiza, llevaba a bordo a tres tripulantes, entre ellos el propietario, de unos 60 años, y su hijo. Uno de ellos, al verse sorprendido por la Guardia Civil, se puso nervioso y empezó a tirar por la borda las mochilas: los agentes, según ha podido saber este diario, recuperaron dos mochilas con unos 40 kilos de hachís.. Los agentes obligaron a la embarcación, de 14 metros de eslora y construida en 1990, a virar y poner rumbo de nuevo al puerto de Xàbia, donde detuvieron a sus tres tripulantes.

Ante la sospecha de que el velero llevase más hachís oculto, la Guardia Civil lo revisó los camarotes y la sentina con perros del servicio cinológico adiestrados en la detección de estupefacientes.

Mientras, los especialistas del GEAS (Grupo de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil se sumergieron y revisaron el casco de la embarcación por si disponía de algún compartimento camuflado en el que sus tripulantes transportaran más droga.

El nombre original del velero no es el actual de Zalvamar. Es antiguo y anteriormente ya se habría utilizado para introducir droga en las Baleares.

La pasada semana el barco llego al puerto de Xàbia, donde ha estado varios días atracado en uno de sus pantalanes. Sus tres tripulantes son vecinos de Ibiza. La Guardia Civil dispondría de grabaciones de las cámaras de seguridad de esta dársena de la Marina Alta en la que se ve a los ahora arrestados cargando mochilas en el barco de madrugada. Esas imágenes fueron obtenidas tras la localización de los fardos.

El domingo soltaron amarras sobre las nueve de la mañana. La patrullera del Servicio Marítimo los interceptó cuando el velero todavía navegaba en aguas de Xàbia. Fue entonces cuando uno de los tripulantes, presa de un gran nerviosismo, empezó a lanzar paquetes que asemejaban mochilas por la borda. Sobre las doce del mediodía, el velero entraba, escoltado por la patrullera, de nuevo en el puerto xabienc.

En la operación, además del Servicio Marítimo, los GEAS y el grupo cinológico, intervino la Guardia Civil de Xàbia.

Los narcotraficantes que introducen droga en las Baleares están cambiando su modus operandi. El puerto de Dénia, donde antes embarcaban en los ferris coches con sustancias estupefacientes ocultas en compartimentos secretos, está muy controlado. Los delincuentes consideran más seguro introducir la droga con barcos de recreo. Si los agentes les sorprenden, se deshacen de los cargamentos arrojándolos al mar. El temporal del pasado mes de enero arrastró a las playas de Dénia y Xàbia fardos con 62 kilos de cocaína.