El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha otorgado el segundo grado penitenciario a la presa de ETA Sara Majarenas para permitirle "continuar la convivencia" en la Fundación Padre Garralda con su hija de 3 años, acuchillada por su padre en Benifaió.

En su auto, el juez aplica a Majarenas el "principio de flexibilización" del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, al considerar que la menor cumple la edad máxima para permanecer en un centro penitenciario, lo que generaría separación en su madre.

Por ello, "a fin de dar contenido a dicho principio de flexibilidad debe tenerse en cuenta la acogida que ofrece la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, que actualmente tiene plazas vacantes para recibir a madres con hijos, clasificados en tercer grado".

Para adoptar esta decisión, el juez tiene en cuenta en su auto las circunstancias excepcionales que tienen en este momento madre e hija y un informe del equipo técnico del juzgado que ratifica la necesidad de que estén juntas, "máxime en un caso tan excepcional como el que nos ocupa en que la situación de vulnerabilidad de la pequeña viene provocado por la bestial agresión".

Además, el juez valora un escrito de Majarenas del 6 de febrero en el que manifiesta su arrepentimiento y reconoce el daño causado y destaca que su prioridad y objetivo ahora es el cuidado de su hija.

Para otorgarle la clasificación al segundo grado, ha sido también decisivo "el avanzado estado del cumplimiento de la condena, que ha sido su primer ingreso en prisión y la ausencia de expedientes disciplinarios.