Un hombre en bicicleta y armado con piedras de gran tamaño que transportaba en una mochila causó importantes destrozos en un concesionario de la V-31, a la altura de Massanassa, por valor de cerca de 90.000 euros. Al parecer, el autor de los daños, que fue detenido por la Policía Local de este municipio el pasado viernes, es un antiguo empleado de una empresa externa de limpieza con la que trabajaba el citado concesionario de coches de alta gama, quien estaba molesto por la rescisión de su contrato laboral.

«Ya me he quedado tranquilo, si no me paran voy a seguir con esto. Tengo que joder a más de uno», admitía el arrestado justo después de que arrojara una piedra contra la cristalera del concesionario, según relataron testigos de los hechos. Asimismo también causó daños a un vehículo, a la garita de seguridad y escupió a una trabajadora.

Apenas dos días antes esta misma persona ya había irrumpido en el aparcamiento del concesionario y había causado importantes desperfectos en cerca de una treintena de coches, así como en mobiliario y ordenadores de la recepción donde atienden a los clientes.

La Guardia Civil de Alfafar se ha hecho cargo de la investigación de estos actos y el detenido ha sido imputado por un delito de daños. Las fuentes consultadas por este periódico apuntaron que el hombre podría sufrir algún tipo de trastorno mental, por lo que tendrá que ser explorado por el médico forense.

El último incidente protagonizado por este antiguo trabajador, despedido precisamente por su supuesta delicada salud mental, se produjo en la tarde del pasado viernes cuando una trabajadora telefoneó a la policía explicando que un hombre en bicicleta se había acercado y tras escupirle en la cara le había rayado la carrocería del coche.

Cuando los agentes de la Policía Local de Massanassa se desplazaron al citado concesionario de la V-31 el vigilante de la garita les informó que varios clientes habían visto cómo una persona causaba desperfectos en los coches estacionados en el aparcamiento.

Dos días antes este mismo concesionario de coches ya había sufrido actos vandálicos similares, por lo que sospecharon que se trataba de la misma persona.

Tras dar una batida por la zona los agentes localizaron al presunto autor de los daños, quien había vuelto para seguir causando destrozos arrojando piedras de gran tamaño contra la cristalera. El detenido, que estaba muy violento, fue trasladado a un hospital.