Atacados por las gaviotas como en la película de Hitchcock. Cinco escaladores fueron ayer tarde rescatados por una embarcación de Cruz Roja al no poder seguir ascendiendo un acantilado de Calp. Tuvieron que salir de allí por mar, en buen estado, con tan solo heridas en las manos por las erosiones con las rocas sufridas para no caer.

Los hechos se registraron sobre las 16 horas en el Morro de Toix, en el límite entre Calp y Altea, una zona muy frecuentada por amantes de la escalada. Cinco deportistas, tres hombres y dos mujeres de unos 30 años, de València y Madrid, estaban realizando una ascensión cuando uno de ellos metió la mano accidentalmente en un nido, lo que provocó la reacción hostil de las gaviotas.

Aunque no sufrieron daños por la acción directa de las aves, sus esfuerzos por no caer les provocaron heridas en las manos por las erosiones con la roca. Al no poder seguir ascendiendo por las gaviotas, no les quedó más remedio que descender haciendo rápel y esperar a ser rescatados por vía marítima, acudiendo la embarcación de Salvamento Marítimo de Cruz Roja LS Tabarca, con base en Altea, que les sacó de allí sanos y salvos, finalizando el operativo a las 18 horas.

Desde Cruz Roja explicaron ayer que los escaladores «han aguantado en la roca hasta que nos han visto, y para que no cayeran al mar porque hacía frío, les hemos pedido que descendieran de uno en uno, y nos hemos aproximado con la embarcación hasta la pared de piedra. Como había un poco de oleaje, se nos complicaba, pero han subido los cinco a la embarcación sin mojarse, sólo con rasguños en las manos y con buen estado de salud». Cruz Roja activó el protocolo de emergencias con mantas y bebidas calientes para darles a bordo, por peligro de hipotermia si caían al mar, pero consiguieron contactar por teléfono para pedirles que aguardaran en la roca su llegada.

Si se hubieran tirado al mar podría haberse complicado más la situación por estar el agua muy fría y haber riesgo de hipotermia.