Un conductor ebrio que sextuplicaba la tasa permitida al volante de un Opel Astra fue detenido el pasado martes por agentes de la Policía Local de Paterna tras causar daños a al menos tres vehículos estacionados en una calle del casco urbano de este municipio. Además de la elevada tasa de alcohol con la que circulaba, 1,50 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, el acusado de un delito contra la seguridad vial puso en riesgo la vida de su hija de tan solo dos años, quien iba en el asiento del copiloto y sin ningún elemento de protección, ni sillita ni cinturón.

La madre de la menor fue alertada de inmediato y se hizo cargo de la pequeña. La imprudencia de su padre podía haber resultado fatal de no ser por la intervención de los policías, quienes se percataron de que en la calle Jacinto Benavente de Paterna había una señal de paso de peatones y un bolardo volcados, lo que indicaba un posible accidente de tráfico reciente. A escasos metros del lugar los agentes localizaron un vehículo cuyo modelo y matrícula coincidía con el facilitado por los testigos. Éstos indicaron también que el citado coche había ido chocando contra varios vehículos estacionados en paralelo junto a la acera.

El conductor del mismo, que en ese momento estaba parado pero con el motor en marcha y las luces de cruce encendidas, apenas pudo salir del coche tambaleándose y tuvo que ser incluso ayudado por los agentes para no perder el equilibrio. El fuerte olor a alcohol, así como los ojos vidriosos y su forma de hablar, eran otros indicadores evidentes de que se encontraba bajo los efectos del alcohol.

En el asiento del copiloto se encontraba una menor de solo dos años, hija del conductor, quien no llevaba el cinturón puesto ni medida de seguridad alguna ante la temeraria conducción de su padre. Los agentes realizaron gestiones para localizar a su madre y ésta se hizo cargo de la pequeña, mientras que su padre quedó detenido tras confirmar con el etilómetro que superaba hasta seis veces la tasa permitida. De hecho, en una primera prueba dio una tasa de 1,53 mg/l y en una segunda 1,48 mg/l. Según las fuentes consultadas por este periódico, dichos niveles de alcohol en un conductor no son habituales y están próximos al coma etílico dependiendo de la persona en cuestión.

«No me importa ir a la cárcel»

Los hechos ocurrieron a las ocho de la tarde del pasado martes en la calle Jacinto Benavente de Paterna cuando el detenido, de 46 años y nacionalidad española, conducía un turismo, modelo Opel Astra, con su hija de dos años en el asiento del copiloto. Según relataron testigos, el vehículo iba dando bandazos contra los coches aparcados en dicha calle, una muestra más de que su conductor no estaba en condiciones de conducir. Además, de causar daños a tres vehículos estacionados el infractor se llevó por delante una señal de tráfico y un bolardo.

Cuando los policías procedieron a su detención tras comprobar con el etilómetro que sextuplicaba la tasa de alcohol, éste manifestó entre incoherencias, porque apenas se le entendía: «No me importa ir a la cárcel».