La Policía Nacional investiga la muerte de una mujer de 52 años, Antonia García, fallecida en el Hospital de Manises al día siguiente de ser encontrada en estado muy grave a la puerta de una caseta de riego de Quart de Poblet donde residía.

Aunque en principio los médicos que la atendieron no han observado lesiones compatibles con una agresión, será la autopsia que se le practicará esta mañana la que determine si el fallecimiento ha obedecido a causas naturales, como apuntan los primeros datos, o si ha intervenido la expareja de Antonia, que de momento está detenido por romper la orden de alejamiento que pesaba sobre él, después de que la policía lo encontrase en la casa donde vivía la mujer.

Fue precisamente un sobrino de Antonia e hijo de José Paulo -el detenido es a la vez el exmarido de una hermana de la fallecida- quien encontró a su tía en estado crítico a primera hora del martes. Según el sobrino, la mujer estaba desnuda y cubierta de barro, junto a un colchón, a la intemperie, mientras que su expareja se encontraba en ese momento en el interior de la caseta.

El joven, que en un primer momento atribuyó a su padre el estado en que se encontraba Antonia, llamó al 112 y pidió ayuda médica. Una ambulancia del SAMU trasladó a Antonia al Hospital de Manises, donde los médicos le diagnosticaron, en principio, un derrame cerebral agudo. De hecho, la mujer ingresó en la UCI y falleció a última hora de la mañana de ayer.

Los hijos de la fallecida denunciaron entonces en la comisaría de Quart de Poblet que la expareja de su madre -y tío de ambos- había maltratado en numerosas ocasiones a Antonia. De hecho, en este momento continuaba en vigor la orden de alejamiento impuesta en 2015 por un juzgado de Torrent. Esa orden de protección implicaba la prohibición de acercarse a Antonia o comunicarse con ella por cualquier medio al menos hasta septiembre próximo, cuando cesaba la medida cautelar dictada por el juzgado.

Fue precisamente la denuncia de los hijos, que apenas mantenían relación con la madre, la que hizo saltar las alarmas y puso en marcha la investigación que está llevando a cabo la comisaría de Policía Nacional de Quart de Poblet, según confirmaron ayer fuentes policiales.

Arañazos en los brazos

Si bien los médicos del hospital de Manises no apreciaron signos externos compatibles con una agresión y sí indicios claros de un derrame cerebral, la hija insistió a la policía en que su madre tenía arañazos en los brazos y algunos hematomas.

Cuando los agentes acudieron a la caseta donde residía Antonia, se encontraron a José Paulo en el interior, a quien detuvieron de inmediato por el incumplimiento de la orden de alejamiento, la única acusación que pesa de momento sobre él y por la que comparecerá posiblemente hoy en el juzgado de Quart de Poblet.

En la detención ha resultado fundamental el testimonio del sobrino que prestó auxilio a Antonia, ya que vio a José Paulo en la caseta, lo que prueba el quebrantamiento de la medida cautelar.

Al parecer, José Paulo habría admitido que la noche anterior, la del lunes al martes, habían discutido y que él mismo había sacado el colchón a la calle, por lo que, si la autopsia señala alguna relación entre ese hecho y el fallecimiento de Antonia, que pasó toda la noche a la intemperie, podría afrontar, como mínimo, una acusación de homicidio por imprudencia.