Un joven de 17 años resultó herido de gravedad tras caer desde una altura aproximada de un cuarto piso en la antigua fábrica El Turia situada en la calle San Vicente. El chico, que estaba haciendo fotos en el edificio abandonado cayó por un agujero y su estado es estable dentro de la gravedad, si bien permanece entubado y sedado para soportar el dolor producido por las lesiones.

Los hechos tuvieron lugar el sábado por la tarde, sobre las 19 horas, cuando el joven acudió con un grupo de amigos a este edificio, declarado en ruina, como hacen otros muchos para hacer grafitis, o fotografías.

En este caso, según pudo saber este diario, al parecer el joven estaba haciéndose un selfi cuando se precipitó desde una gran altura. El accidente se produjo en la torre que hay justo a la izquierda del acceso al edificio, junto a la gasolinera. El chico, como confirmaron a este diario sus familiares, pisó «en falso», pues había una lona sobre el boquete del suelo, ocultándolo. El menor fue engullido y cayó al vacío, hasta chocar con el suelo, golpeándose en la cabeza fuertemente. Al lugar del suceso acudieron sanitarios y miembros de la Policía Local de València para asistir al joven que fue rápidamente trasladado al hospital La Fe.

Según sus familiares, el joven no requirió ser operado de urgencia pero ayer se encontraba estable, dentro de la gravedad, con un fuerte traumatismo craneoencefálico.

Vigilancia en las instalaciones

Ayer en la fábrica se podían ver aún los restos de la atención médica, como los guantes, entre la gran cantidad de desperdicios, cristales y escombros en el patio interior. Allí, este diario se encontró con la presencia de una patrulla de la Policía Local, puesto que tras el accidente, el cuerpo de seguridad ha montado vigilancia para evitar que pueda repetirse una situación similar.

Lo de ayer no fue una entrada al recinto aislada y es algo que está a la vista nada más se accede al monstruo de hormigón.

Esta fábrica recibe las visitas habituales de grupos de jóvenes que buscan aventura o lograr una foto, incluso algunos vecinos aseguran que se ha convertido en «una moda» acudir a este punto. Hay algunas paredes tapiadas en las que poco después se han hecho agujeros para acceder. Los vecinos llevan solicitando mucho tiempo su derribo y más después de los numerosos incendios producidos.

El ayuntamiento tiene planificado su derribo por fases, después de haber reclamado a la empresa propietaria en numerosas ocasiones que lo llevara a cabo. Esta parcela está dentro del plan del Parque Central.

Cabe recordar también otro caso en 2016 en el que afortunadamente no hubo que lamentar heridos, en el que varios menores se colaron en la piscina de la Alameda para columpiarse sobre su vaso totalmente vacío a varios de metros de altura. Su objetivo, el mismo. Hacerse unas fotos, que en aquella ocasión compartían en las redes sociales.