Mari del Carmen G., la mujer de 45 años que fue acuchillada en su domicilio de Castellar el pasado domingo, permanece en la unidad de Reanimación del Hospital La Fe de València, donde se recupera de las cinco heridas por arma blanca que sufrió, una de ellas en el cuello.

Su hija, que estaba en la casa durmiendo cuando se produjo la agresión, relató ayer a Levante-EMV cómo ocurrieron los hechos, aunque explicó que su madre sigue sin poder aclarar los motivos por los que la atacaron. «No sabe por qué, nunca lo había visto en la casa», apuntó.

Eran las 15.30 horas cuando la joven se despertó y descubrió que dos hombres habían entrado en su vivienda y su progenitora yacía grave en la cocina. «Vi a mi madre tendida en el suelo, llena de sangre, y corrí a quitarle el cuchillo a su agresor», afirma la muchacha, quien tras apoderarse del arma la rompió y tiró un trozo por la ventana. «Venía con la intención de matarla, traía el cuchillo, ese no es de mi casa», apuntó.

Junto al presunto agresor, que fue detenido posteriormente por la Guardia Civil de Alfafar, se encontraba un amigo de la agredida, también vecino de la pedanía valenciana de Castellar-Oliveral.

Los investigadores también interrogaron a esta persona para esclarecer las circunstancias de la agresión y no se descarta un posible robo con violencia. Antes de huir del lugar el agresor gritó que la víctima «se lo merecía por ser mala persona». La familia de ésta solo quiere ahora que se recupere y que el arrestado ingrese en prisión.