La mujer de 62 años detenida por matar presuntamente a su amiga, de 65, en el domicilio de esta última, en Alfafar, tras discutir por cuestiones relacionadas con la limpieza del cuarto de baño, ingresó ayer en prisión provisional.

La titular del Juzgado de Instrucción número cinco de Catarroja, a instancias de la Fiscalía, acordó dicha medida por una causa abierta por un delito de homicidio imprudente, a la espera de recibir el informe definitivo de la autopsia.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de València todavía no han podido pronunciarse sobre si el traumatismo que presentaba la víctima en la parte posterior del cráneo es compatible con una caída accidental, como así refiere la acusada, o si ésta le golpeó de forma intencionada con algún objeto contundente.

Los primeros agentes que entraron en la casa tras ser alertados de lo ocurrido encontraron a la sexagenaria tendida en el suelo del cuarto de baño y una báscula ensangrentada. En el parte de lesiones realizado por los sanitarios que atendieron a la víctima, todavía con vida cuando llegaron, reflejaron que además del fuerte traumatismo ésta presentaba policontusiones y hematomas en la cara.

Para tratar de justificar dichas lesiones la presunta homicida alegó ante la jueza que fue la propia víctima, quien, estando ya en el suelo, se golpeó de la rabia. Así, niega por completo que le propinara golpes o patadas estando ya ésta indefensa. De hecho, en su declaración en sede judicial la mujer volvió a insistir en que simplemente le dio un empujón cuando trataba de defenderse de su amiga, quien le había dado un bofetón e iba agredirle con la garrafa de lejía que llevaba en la mano.

La acusada, quien sufrió una fuerte crisis de ansiedad tras lo ocurrido, fue trasladada a primera hora de la mañana de ayer a los juzgados de Catarroja. No obstante, no fue hasta pasadas las dos de la tarde cuando fue conducida por dos agentes ante la jueza para ser interrogada. Al parecer, su declaración se retrasó porque el juzgado esperaba recibir el informe preliminar de la autopsia, aunque según ha podido saber este periódico, ayer por la tarde todavía no se había podido concluir.

Amparo y Ramona se conocían desde hacía años y el pasado lunes discutieron por una cuestión tan banal como el uso de la lejía en la limpieza del baño. Esta pelea entre amigas ha terminado con una de ellas muerta y la otra en prisión.