Después de dos días de intensa búsqueda, lamentablemente no hubo final feliz para la desaparición del anciano de 88 años que el pasado jueves salió de su casa de Burjassot a dar una vuelta. El cadáver de Francisco Moruno fue localizado a las 15.30 horas de ayer en una zona agreste de la carretera de Les Pedreres de Godella, próxima a la cantera, por la unidad canina de los bomberos de València.

En las labores de búsqueda también participaron agentes de las policías locales de Godella, Burjassot y Rocafort, de la Guardia Civil y la Policía Nacional, así como miembros de Protección Civil. El cadáver no presentaba signos de violencia y todo hace indicar que el anciano se desorientó y no supo regresar a su casa.

Su hijo explicó a Levante-EMV que su padre no padecía ninguna enfermedad ni indicios de Alzheimer y que en la mañana del jueves, momento en el que fue visto por última vez, salió de casa para ir a almorzar como cada día. No obstante, al ver que no regresaba y después de recorrer todos los bares que frecuentaba sin éxito, la familia comenzó a pensar lo peor.

A la espera de la autopsia todo apunta a que el hombre comenzó a caminar y una vez fuera del municipio se desorientó, hasta que murió por desfallecimiento.