En la madrugada del 21 de septiembre de 2015 un presunto maltratador, con una orden de alejamiento en vigor hacia su pareja, roció con alcohol a su novia y le prendió fuego con un mechero tras una discusión en la que recriminaba a su víctima no haber realizado las tareas domésticas, según el relato de hechos de la Fiscalía. Ahora el Ministerio Público solicita para el acusado una pena de catorce años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa al considerar acreditado que el arrestado en València tenía «la clara intención de acabar con su vida» y que la mujer no tuvo posibilidad alguna de defenderse.

La víctima, de 39 años y nacionalidad brasileña, sobrevivió al ataque pero requirió tratamiento quirúrgico tras sufrir quemaduras graves en el cuello, el hombro y la región torácica. Además presenta secuelas de estrés postraumático y cicatrices en la oreja derecha y todo el costado derecho, desde el cuello hasta la parte inferior de la axila. Por estos hechos, la fiscal pide que el procesado indemnice a su víctima en 71.500 euros en concepto de responsabilidad civil.

Quebrantó el alejamiento

La brutal agresión, que a punto estuvo de costarle la vida a esta mujer, se produjo en el domicilio de ella, en el barrio valenciano de Benicalap. El presunto autor de la agresión trató de hacer creer a la policía que había sido su propia pareja quien se había causado las quemaduras, aunque pronto los investigadores de la Policía Nacional averiguaron lo que realmente había ocurrido.

José Jesús G. V., de 43 años y nacionalidad española, contaba con una orden de alejamiento dictada por un juzgado de Paterna que le prohiba expresamente aproximarse a su pareja y comunicarse con ella desde el 16 de julio de ese mismo año, y que todavía seguía vigente cuando se produjo la agresión. Por ello la fiscalía solicita también ocho meses de cárcel por el delito de quebrantamiento.

Faltaban pocos minutos para las tres de la madrugada cuando el 21 de septiembre de 2015 el procesado, con numerosos antecedentes penales, comenzó a discutir con su novia, con la que convivía pese a la orden de alejamiento que pesaba sobre él. Según el relato de hechos del Ministerio Fiscal, el origen de la discusión era una cuestión tan machista como que su pareja no había hecho las tareas domésticas a su gusto.

Así, la empujó contra la cama y acto seguido, «con la intención de acabar con su vida», la roció con alcohol y, valiéndose de un mechero, le prendió fuego. El cabello y las ropas de la mujer comenzaron a arder y ésta tuvo que tirarse al suelo para sofocar el fuego. Posteriormente se refugió en el cuarto de baño, cuya puerta estaba destrozada por los golpes cuando la policía llegó al inmueble.

El propio acusado telefoneó al 112 alertando de las graves quemaduras que había sufrido su pareja, aunque su versión distó mucho de los hechos que hoy relata la fiscalía. La víctima fue atendida en la Unidad de Quemados del Hospital La Fe de valència, donde estuvo ingresada un día y requirió tratamiento durante 94 días.

Los citados hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa con las circunstancias agravantes de parentesco y desprecio por razón de género, así como de un delito de quebrantamiento de medida cautelar. El acusado se enfrenta ahora a una petición de pena de 14 años de prisión por la tentativa de asesinato, 16 años de alejamiento de su víctima y ocho meses más de cárcel por el quebrantamiento de la orden de protección.