A la espera de que la Comisión de Igualdad concluya su informe sobre el caso del policía local de València que espiaba presuntamente a compañeras desnudas en los vestuarios de la central de la avenida del Cid, éste periódico ha podido saber que los hechos han sido calificados como «constitutivos de una falta grave». De esta forma el agente en cuestión, que ya fue trasladado de unidad tras destaparse lo ocurrido, podría enfrentarse a una sanción administrativa de entre cinco días y tres meses de suspensión de empleo y sueldo.

El caso ha causado gran indignación entre los propios compañeros del policía, aunque algunos sostienen que este tipo de situaciones, «muy puntuales e internas», deben de tratarse de puertas para adentro ya que repercuten en la imagen del propio colectivo. No obstante, dada la gravedad de que casos así se produzcan incluso dentro de un cuerpo policial, las fuentes consultadas por este periódico aseguran que se van a adoptar medidas ejemplarizantes con este agente, quien él mismo reconoció su culpa a una compañera que lo sorprendió al ver una sombra detrás de la ventana transparente de la marquesina mientras varias de ellas se estaban cambiando en los vestuarios de mujeres del citado retén.

El informe disciplinario ha calificado de falta grave la actitud del policía, que estaba destinado en la unidad de tráfico. Concretamente se trata de una falta recogida en el artículo 8-A del Régimen disciplinario de los cuerpos de policía. «La grave desconsideración con los superiores, compañeros, subordinados o ciudadanos, en el ejercicio de sus funciones o cuando cause descrédito notorio a la Institución Policial» será castigado con una suspensión de cinco días hasta un máximo de tres meses.

Fue el propio policía quien, sin haber llegado a ser reconocido por la compañera que le sorprendió asomado detrás de la ventana que da a los vestuarios de mujeres, se identificó ante ésta como la persona que había visto mirando a través del cristal transparente -que ya ha sido cambiado por uno opaco. El agente, que al principio dio una vaga explicación sobre unos gatos, acabó reconociendo reprobable actitud y pidió disculpas a su compañera. La Junta Local de Gobierno determinará finalmente su castigo teniendo en cuenta también el informe de la Comisión de Igualdad, el cual no es vinculante.