Para Jorge F. G. su detención no ha sido una sorpresa, ya hace días temía que la policía de su país le detuviera como presunto autor de la muerte de su esposa, como así reconocía a Levante-EMV. «No quiero que mi Gobierno se lave las manos conmigo», explicaba a la vez que admitía que sospechaba que iban detrás de él y que era cuestión de tiempo que lo arrestaran. «Me lo están demostrando con sus actos», decía sin querer profundizar en hechos concretos. «Que no se distraigan conmigo y se dediquen a buscar a los autores», reclamaba el presunto homicida.

«Tengo que ir con cuidado con lo que digo porque puede beneficiarme o perjudicarme», argumentaba el marido de la valenciana, quien siempre ha contado con el apoyo de la familia de su mujer. Tanto él como la hermana de Pilar han manifestado hasta el último momento que dudaban que los restos hallados fueran de ella.