El juicio contra los dos acusados de extorsionar a una menor de trece años con fotos íntimas de ella para mantener relaciones sexuales volvió a suspenderse ayer por segunda vez después de que la propia víctima, afincada actualmente en Colombia junto a su madre, no pudiera ser localizada tras la comisión rogatoria que la Audiencia Provincial de València remitió al país cafetero. En este caso sí que se presentó al juicio el principal encausado, quien no acudió cuando la vista oral fue suspendida por primera vez hace unos meses.

El Ministerio Fiscal solicita una pena de seis años de prisión por un delito de abusos sexuales para cada uno de los dos acusados; el hombre que la forzó sexualmente y la amiga que la engañó para llevarla hasta la vivienda donde se cometieron los presuntos abusos.

Los hechos ocurrieron en abril de 2013 cuando la adolescente, que entonces vivía en València, fue convencida por una compañera de colegio para que quedara con un conocido suyo. Mediante engaños e insistiéndole en que el joven decía que era muy guapa y que estaba interesado en conocerla a solas, la ahora acusada organizó una cita en su domicilio de València para que ambos se encontraran, tal y como adelantó en exclusiva Levante-EMV.

Una vez allí, y después de comer los tres juntos, la procesada como cooperadora necesaria de los abusos le mostró a la menor un teléfono móvil con imágenes en las que ésta aparecía desnuda o en actitud provocativa. De esta forma, y amenazándola con colgar en internet las imágenes, la obligaron a tener sexo con el principal acusado.

Fue la madre de la menor quien días después, al ver que su hija estaba rara, le preguntó que le había pasado y ésta acabó confesándole lo ocurrido. Acto seguido denunció los hechos. Desde entonces la víctima sufre «aislamiento, temor e interferencia en su desarrollo psicosexual».