El sindicato de enfermería Satse pidió ayer una estrategia «ambiciosa» que ayude a prevenir las «continuas» agresiones físicas y verbales que sufren estos profesionales y recordó la que ocurrió en la localidad de l'Eliana el pasado 21 de septiembre.

Ese día, el conductor de una ambulancia y una enfermera del centro de salud de este municipio fueron agredidos por un paciente psiquiátrico al que fueron a atender, siendo el primero de ellos atacado por un arma blanca en la cabeza.

El Comité Ejecutivo Estatal del sindicato así lo reclamó tras acordar las principales líneas estratégicas de actuación que se llevarán a cabo en los próximos meses en defensa de los profesionales de la enfermería y la fisioterapia, según informó este organismo en un comunicado.

Asimismo, el sindicato manifestó su «honda preocupación» por las agresiones a los profesionales cuando desarrollan su labor y puso como ejemplo las que se sufrieron recientemente, además de en l'Eliana, en el centro de salud de El Casar (Guadalajara).

El sindicato valoró la creación de la figura del «interlocutor policial sanitario», pero destacó que «la gravedad» de la situación «requiere una normativa» que regule, a nivel estatal, las actuaciones que deben llevar a cabo las diferentes Administraciones Públicas e instituciones sanitarias privadas implicadas. En este sentido, Satse reclamó un Observatorio de Agresiones a Profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) que haga «un detallado seguimiento» y denuncie públicamente estas situaciones.

Por otra parte, desde el sindicato también se insistió en la necesidad de ampliar las plantillas de los profesionales de enfermería y fisioterapia, así como que puedan trabajar en unas condiciones laborales «dignas y seguras».