El presunto maltratador detenido por tentativa de homicidio y quebrantamiento tras propinar una paliza a su novia, de 27 años, hasta dejarla en estado crítico, ya había protagonizado otra agresión machista tan solo diez días antes de la brutal paliza cometida en Benimàmet el pasado lunes, de la que informó ayer en exclusiva Levante-EMV. En esa ocasión le propinó puñetazos en la cabeza a su pareja sentimental y tras tirarla al suelo siguió golpeándola, hasta que ella logró irse entre amenazas e improperios que seguía dirigiendo contra ella.

Fruto de estos hechos el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número uno de València acordó una orden de protección el pasado 15 de octubre que le prohibía acercarse y comunicarse con ella. Asimismo, según ha podido saber este periódico, la joven fue catalogada como víctima con un nivel de "riesgo medio".

Incumpliendo dicha medida judicial, el pasado lunes por la tarde el presunto agresor, que permanece detenido a la espera de ser puesto a disposición del juez, volvió a someter a su víctima a una brutal agresión en el domicilio de Benimàmet donde ya la había golpeado diez días antes. En esta ocasión la violencia fue a más, como indican las salpicaduras de sangre en la pared de la terraza.

Los hechos tuvieron lugar en presencia del hijo de cuatro años de la víctima, quien sufrió numerosos traumatismos y hemorragias internas. Una ambulancia del SAMU logró estabilizarla en el lugar y la trasladó al Hospital La Fe de València, donde ayer permanecía ingresada en la unidad de Reanimación, con pronóstico reservado.

Agentes de la Policía Local y de la Policía Autonómica detuvieron al presunto agresor, de 32 años y nacionalidad española. Asimismo comprobaron que éste tenía una orden de alejamiento reciente, por lo que además del delito de tentativa de homicidio se le imputa otro delito de quebrantamiento. El arrestado cuenta con antecedentes por agredir y amenazar a su madre y a su hermano en 2005 y por otra agresión machista a una anterior pareja.

Después de que su víctima acudiera a una comisaría a denunciarle por la última agresión hace diez días, el juzgado trató de localizarlo y el presunto maltratador se negó a acudir profiriendo más improperios por teléfono.