Durante años una joven de una localidad de l'Horta, cuyo nombre omitimos para preservar su anonimato, vivió un auténtico calvario en su propia casa y a manos de su hermano mayor. La víctima relató en la Audiencia Provincial de València, donde se juzga a su presunto agresor, cómo su hermano abusaba sexualmente de ella durante años, y bajo amenazas de muerte si se lo contaba a alguien, hasta incluso llegar a violarla en el cuarto de baño.

En esa ocasión, que se remonta a octubre de 2011, cuando ella tenía 18 años de edad, logró zafarse finalmente de su hermano, quien ya la estaba forzando, tras propinarle un mordisco. Justo en ese momento llegó su hermana y la víctima pudo ponerse a salvo.

Durante años la joven, que comenzó a padecer los abusos siendo ambos hermanos menores de edad, aguantó en silencio por miedo a las amenazas de su agresor. Éste le amedrentaba diciéndole que la iba a quemar viva. Sus hermanas, que también presenciaron alguno de los tocamientos, la protegían, haciendo que el acusado cesara, según el relato de hechos del fiscal.

La fiscalía solicita para el acusado, de 32 años y nacionalidad española, una pena de 18 años y ocho meses de cárcel por los delitos de agresión sexual, abuso sexual, amenazas y maltrato doméstico. Asimismo, hay una pieza separada que lleva el juzgado de menores por los hechos que éste presuntamente cometió siendo menor de edad.

El presunto agresor, que fue detenido por la policía en octubre de 2015, tal y como informó en exclusiva en su día Levante-EMV, siempre ha negado los abusos sexuales, aunque sí admitió haber amenazado en alguna ocasión a su hermana durante discusiones familiares. Durante la vista oral, a preguntas de la fiscalía, se limitó a acogerse a su derecho a no declarar. En sus conclusiones la fiscal remarcó que él mismo había aceptado someterse a tratamiento médico por sus supuestos problemas de índole sexual.

Asimismo, los médicos forenses que exploraron a la víctima corroboraron en el juicio que el relato de los hechos que hacía ésta era verosímil. De hecho, cuando en octubre de 2015 tomó la decisión se denunciarlo, si estado de ansiedad era ya límite.

En marzo de ese mismo año, después de que ésta le recriminara los abusos sufridos durante años y le llamara violador en una discusión en el domicilio familiar, el acusado le propinó presuntamente un fuerte puñetazo en la cara, volviendo a amenazarla con «quemarla en cal viva».

«Ojalá te revienten los riñones», le dijo en otra ocasión, según recordó la víctima, quien padece una enfermedad renal. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València deberá dirimir ahora si existen pruebas suficientes como para condenar al acusado, que se enfrenta a más a de 18 años de prisión.