El 27,4 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 años cree que la violencia machista es «una conducta normal» en el seno de una pareja, y el 31,5 % cree que es un problema que aumenta progresivamente por culpa de la población inmigrante. Son dos de las conclusiones extraídas del Barómetro 2017 del ProyectoScopio, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, tras entrevistar a 1.247 jóvenes de dichas edades el pasado mes de abril.

Por su parte, el 21,2 % considera que es un tema politizado que se exagera y casi un 7 % cree que es un problema inevitable que, aunque esté mal, siempre ha existido. Los jóvenes se muestran ajenos así a la muerte de los ocho niños asesinados en este 2017, víctimas de la lacra machista, en todo el territorio nacional. Esta cifra negra asciende hasta 23 desde el año 2013 con la última muerte de la niña de dos años en Alzira. De ellos 12 convivían con su madre y el presunto asesino.

Por su parte, el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud argumenta que este tipo de opiniones sobre la violencia machista es superior entre los varones y en los niveles de estudios inferiores. Solo existe un mayor acuerdo con ellas cuando se dice que «es un problema social muy grave», una afirmación en la que se muestran de acuerdo el 87 % del total de la población joven encuestada.

Motivos de discriminación

Otras preguntas del barómetro se referían a la discriminación y, en general, los jóvenes reconocen que hay factores de exclusión por encima del género. Por ejemplo, un 47,9 % reconoce la identidad y la orientación sexuales como motivo de discriminación; un 45,1 % apunta al origen étnico o racial; un 38 % al aspecto físico y el 29,3% señala la nacionalidad.

Asimismo, el 23,7 % de la población juvenil percibe que existe discriminación por razones de género, por encima de motivos religiosos, intelectuales, económicos, de edad o ideológicos.

Tres de cada cuatro jóvenes creen que las oportunidades de las mujeres en cuanto a salarios o en el acceso a puestos de responsabilidad en las empresas son mucho peores que las oportunidades de los hombres.

Así, más de la mitad consideran mucho o algo peores las oportunidades de las mujeres con respecto encontrar un trabajo (62,4 %); en cuanto a la posibilidad de compaginar vida laboral y familiar (57,4 %); en el acceso a puestos de responsabilidad en la vida política (61,9 %); o para ganar dinero (59,3 %).