¿Puede una persona abusar sexualmente de otra tras someterla a un estado de hipnosis o sugestión que anule su conciencia y consentimiento? Ese es el dilema que tiene sobre la mesa la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de València tras el juicio celebrado ayer contra un hipnólogo y maestro Reiki, afincado en València, acusado de haber abusado presuntamente de dos jóvenes en varias ocasiones durante los años 2011 y 2014. El procesado, que se enfrenta a una petición de pena de 19 años de cárcelse enfrenta a una petición de pena de 19 años de cárcel, también está acusado de un delito de inducción a la prostitución con una de ellas, quien aseguró ante la sala que le llegó a pagar «a su maestro» una cantidad próxima a los 20.000 euros «para darlo a los ángeles a través de él», dentro de este supuesto camino de superación personal.

El acusado negó todos los cargos e incluso haber mantenido relaciones sexuales consentidas con las denunciantes en algún momento. Respecto a la hipnosis apuntó que con una de ellas únicamente realizó visualizaciones de su madre como ejercicio para practicar su pronunciación de inglés, ya que era su profesora. En cuanto a los correos que intercambió con la otra, que apuntan al presunto control que ejercía sobre ella en la selección de sus clientes sexuales, a los que se refería como «novios financieros», el procesado alegó que simplemente le ayudaba porque «ella no tenía habilidades comunicativas».

Por su parte, las víctimas, visiblemente afectadas por lo sucedido, relataron ante la sala cómo esta persona, que decía ser un canal hacia Dios, las llevaba a un estado de relajación en el que «recuerda estar paralizada, no tenía sensación de mí misma». Según describen, «con música y pensando en un lugar bonito como una playa», las hacía subir «a una séptima dimensión», llegando a contactar con familiares muertos, para después, sin mediar palabra, abusar sexualmente de ellas. «No sé si era hipnosis, pero él tenía el control absoluto sobre mí», remarcó una de ellas.

Aunque reconocen que desde fuera puede parecer una locura, y que ahora son conscientes e incluso se sienten avergonzadas de ello, la Fiscalía entiende que ambas eran llevadas a un estado disociativo que no les permitía reaccionar.

Así lo aseveraron también los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de València, quienes detallaron que el progresivo control, unido a la situación de trance que experimentaban, llegando a la creencia de hablar con familiares muertos, hizo que la voluntad estuviera «prácticamente anulada».

Un experto en hipnosis niega que pudiera manipularla

«Toda hipnosis es autohipnosis, refuerza el autocontrol, es imposible romper el código moral del paciente», rebatió Javier Martínez Pedrós, uno de los mayores expertos en hipnosis de España. Los forenses del IML aclararon que «el consentimiento estaba viciado» y el acusado se valió de que ambas eran personas muy inmaduras y vulnerables. De hecho, apuntaron que el estado en el que sufrieron los abusos sería similar al de una persona que ha consumido droga LSD.

Por su parte, el psicólogo experto en sectas Miguel Perlado, que examinó a las víctimas también durante la instrucción explicó en el juicio que ambas padecen secuelas y daños emocionales. Así remarcó la presión de grupo que se ejercía sobre ellas, con una fuerte devoción hacia el "maestro", "altamente compatible con sectas autodestructivas".

La defensa del acusado, que solicita la libre absolución, considera que no hay prueba de cargo suficiente y que en ningún momento las víctimas han podido precisar la fecha concreta de las supuestas violaciones. En cuanto a la prostitución, «tampoco se han justificado los envíos de dinero».

La acusación remarcó por su parte los mensajes de éste en los que aprecian una «amenaza velada». «Se te cerrarán los chacras, tus ángeles te dejarán», le dijo a una de ellas su maestro Reiki.