Un presunto maltratador, que tenía una orden de alejamiento en vigor, se enfrenta a una petición de pena de catorce años y ocho meses de prisión por rociar con alcohol a su pareja y prenderle fuego con un mechero. Según relató la víctima en el juicio, celebrado ayer en la Audiencia Provincial de València, el acusado se puso "extremadamente violento" esa noche al regresar a casa y ver "que la cena no estaba hecha".

Además discutieron por las condiciones que ella debía de aceptar para casarse con él, como no hablar con otros hombres o vestir de una determinada forma. Así, cuando ella se marchó a la cama dando por zanjada la discusión, notó que las sábanas estaban mojadas, y vio que su compañero portaba un mechero para quemarla viva. "Ahora sí que vas a hablar conmigo", le dijo éste, según aseguró ayer la agredida, quien sufrió quemaduras en la cara, cuello, hombro y región torácica.

El acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa, por su parte, negó que le prendiera fuego y que tuviera intención alguna de matar a su compañera, con la que iba a casarse. De hecho, atribuyó lo ocurrido a un "desgraciado accidente", y alegó que ésta se quemó al darle un manotazo cuando él se preparaba en la habitación su base de coca, con una cuchara, alcohol y un mechero.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 21 de septiembre de 2015 en el domicilio de ella, en el valenciano barrio de Benicalap. Pese a tener una orden de alejamiento en vigor por malos tratos ambos estaban de nuevo conviviendo. La mujer reconoció que lo había perdonado porque pensaba que iba a cambiar, como suele ocurrir en muchos casos de violencia machista. Incluso admitió que habían iniciado los trámites para casarse, pero que éste era muy posesivo y había puesto una serie de condiciones.

Tras la discusión y ver que estaba "empapada", la mujer se levantó de la cama, pero según explicó ante la sala, su agresor volvió a coger una segunda botella de alcohol y la roció de nuevo diciéndole. "Si no eres mía no serás de nadie". Acto seguido, "me prendió en llamas, yo solo pensaba en escapar, el dolor era insoportable", afirmó la víctima, quien recibió curas durante 45 días.

Aunque la agredida asegura que su pareja no trató de ayudarla en ningún momento, sino que simplemente intentaba evitar que escapara o pidiera auxilio, al acusado defiende que fue él quien telefoneó a la policía y la auxilió arrancándole la camiseta y poniéndole pasta de dientes en las quemaduras.

La defensa, ejercida por el penalista Vicente Monzó, pide la libre absolución y que en caso de condena se le apliquen las atenuantes de toxicomanía y reparación del daño. Por su parte, la fiscalía ofreció una calificación alternativa a la tentativa de asesinato de tres años y medio por un delito de lesiones consumadas.