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Crimen en Patraix

Un pueblo roto por un crimen

Conmoción en el entorno del ingeniero asesinado en València tras la detención de su esposa

Los vecinos del barrio La Garrova de Novelda donde se encuentra el domicilio familiar del ingeniero asesinado en València indicaron el pasado agosto, cuando se produjo el acuchillamiento mortal de Antonio Navarro Cerdán en su garaje, que todos los miembros de «su familia son muy buenas personas y no se merecían sufrir una tragedia así».

Pero ahora, cinco meses después, parecen haber entrado en shock tras concluir la investigación policial con el encarcelamiento de su mujer María Jesús M.C. «Maje», de 27 años, y también de su posible amante, Salvador M.L., de 47 años. Ambos compañeros de trabajo en un hospital privado valenciano donde ella -acusada de coautora del crimen- ejercía de enfermera y él -acusado como presunto autor- de auxiliar de enfermería.

La madre de la víctima -que tenía 36 años- no quiso realizar ayer ningún comentario a este diario. Con la mirada triste y un gesto de profundo dolor salió rápidamente del edificio de pisos donde reside pasada la una del mediodía. «Soy la madre de Antonio, pero no voy a hablar», dijo sin levantar la mirada y limitándose a añadir, ante las insistentes preguntas de este medio, que «no voy a decir nada porque si dijera lo que pienso...». Y se marchó sin mirar atrás, apresurando el paso por la calle Cervantes.

Quienes la conocen dicen que ya no es la misma. Sigue muy afectada porque el duelo persiste y todavía no ha podido asimilar lo ocurrido. Acude casi a diario al cementerio de Novelda para visitar la tumba de su hijo y continúa de baja psicológica en el Hospital Universitario de Elda, donde estaba a punto de jubilarse como enfermera.

«¿Cómo voy a poder vivir después de ésto?» preguntaba entre sollozos a sus familiares, amigos y allegados durante un funeral en el que su nuera, la ahora detenida como presunta coautora del crimen, se arrodilló ante ella y se le abrazó a las piernas llorando y gritando desesperada.

«Pero al menos ahora ya sabe quién lo hizo y por qué. Eso seguramente le va traer mucha rabia e ira pero, al menos, tanto ella como su marido y su hijo mayor dejarán de torturarse con preguntas que hasta el pasado viernes no tenían respuesta», señaló a este diario una de sus vecinas. Una exasperación que la madre no pudo contener cuando los agentes de Homicidios la citaron en la Jefatura Superior de Policía de València para comunicarle la detención de su nuera y los pormenores de la investigación.

«Esto solo pasa en las películas. Es increíble y un palo muy fuerte para las dos familias, que son muy conocidas en el pueblo, buenas familias, con valores, educación y un buen nivel económico», indicaba Ascensión, de 62 años, manteniendo a duras penas la emoción mientras contemplaba el artículo de prensa. «Yo la conozco -en referencia a la madre de Antonio- y las pocas veces que sale a la calle rompe a llorar si alguien le pregunta», añadía apenada.

Ninguno de los amigos del fallecido ha querido pronunciarse públicamente sobre el inesperado y traumático desenlace. Muchos de ellos ya intuían que la relación no era tan idílica como algunas amigas de ella todavía mantienen en estos días. Amigas que siguen sin dar crédito a que haya podido hacer algo así.

El matrimonio no ha durado ni un año. Once meses concretamente. Los motivos por los que supuestamente convenció a su compañero de trabajo para cometer el presunto asesinato son «inexplicables e imperdonables» para todas las personas a las que ayer entrevistó este medio en Novelda. Una ciudad en la que desde el viernes no se habla de otra cosa y a la que las cadenas nacionales de TV han enviado unidades móviles.

«Aunque sus padres sean tan religiosos como se dice por el pueblo, si la chica no quería al novio que no se hubiera casado, o que se hubiera separado después de casarse, y más en estos tiempos que corren, pero si los motivos por los que la han metido en la cárcel son ciertos eso no tiene perdón de Dios», comentaba María, de 70 años, insistiendo en que «esto es una pena para todo el pueblo y para los padres. Para los que han enterrado a un hijo y para los que han perdido a una hija».

Cinco meses después del dolor que la violenta muerte del ingeniero produjo en Novelda, la ciudad vuelve a quedar conmocionada tras conocerse la detención de su esposa.

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