El último de los presuntos implicados en el asesinato de Vicente Soler Romaguera, el sexagenario encontrado asfixiado, con una bolsa en la cabeza y el rostro destrozado a golpes, en su vivienda de la avenida Peris i Valero de València en diciembre de 2016, ha sido arrestado en el Reino Unido y ya se encuentra en la cárcel de Soto del Real (Madrid) tras ser extraditado en virtud de la orden internacional que emitió el juzgado de València que instruye el caso. El grupo de Homicidios de la Policía Nacional cierra así una investigación de más de un año que ha permitido detener a los cuatro jóvenes, de nacionalidad rumana, que presuntamente participaron de forma activa -como autores materiales- o indirecta, en el crimen del reumatólogo juzgado años atrás por su relación en una de las mayores redes de producción y distribución de pornografía infantil desmantelada en España.

Este cuarto detenido, sobre el que pesaba una orden de búsqueda y detención internacional tras ser identificado por la Policía, actuó como chófer la noche del crimen, recogiendo a los otros tres sospechosos en una furgoneta Opel Combo para llevarlos a Alzira. Fue en esta localidad de la Ribera donde fue captado por las cámaras de seguridad de una gasolinera, hecho del que este periódico no informó para no entorpecer la labor de los investigadores. Esa misma noche, otro de los arrestados fue grabado tratando de sacar dinero con la tarjeta de crédito del fallecido en un cajero.

La detención de Ionut N., de 24 años, quien huyó a tierras inglesas tras el crimen, se suma a la de los dos presuntos autores materiales de la paliza, identificados como Claudiu D. C. y Vasile C. B., de 23 y 20 años respectivamente, ambos en prisión provisional acusados de los delitos de asesinato y robo con violencia. Y la de Beniamin D., de 21, el único sospechoso que ha quedado en libertad con cargos.

Los arrestos, de los que informó en exclusiva Levante-EMV, se produjeron de forma escalonada entre principios de diciembre y mediados de enero. Los dos principales encausados fueron detenidos en Rumania y Reino Unido. Tanto ellos como el tercer arrestado, apresado en València, huyeron del país pocos días después de que fuera hallado el cadáver de la víctima. No obstante, uno de ellos ha podido acreditar que tenía el billete a Manchester comprado antes de la noche de autos, lo que le ha permitido quedar en libertad, al no constar tampoco probado que estuviera presente en el piso cuando lo golpearon y asfixiaron.

El fallecido, de 63 años, solía rodearse de chicos jóvenes, a los que invitaba a su casa, ofreciéndoles cocaína a cambio de sexo. Fue precisamente estas aficiones las que dificultaron la labor de los investigadores, ya que el abanico de gente que frecuentaba el inmueble era muy amplio. Se sospecha que los arrestados, conocedores de que en la casa podía haber una suma importante de dinero o droga, sometieron a su víctima a «un cruel castigo» para que les diera la combinación de la caja fuerte, que fue hallada totalmente vacía.