La familia de las dos bebés fallecidas en el incendio que el pasado viernes devoró una casa del diseminado de Ontinyent ha agradecido «las enormes muestras de solidaridad» y de «aprecio» recibidas después del «trágico suceso». Los Campoy-Romero emitieron ayer un comunicado para elogiar también el trabajo del Ayuntamiento de Ontinyent, los bomberos, las fuerzas y cuerpos de seguridad y los efectivos sanitarios, por su atención «desde el primer momento». Los vecinos se han volcado con los padres de las criaturas de forma altruista ante la desgracia y les han hecho llegar toda clase de ayuda material. En ese sentido, la familia Campoy-Romero manifiesta que sus necesidades «están siendo atendidas por el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ontinyent», que les cedió una vivienda (tras perder la suya) y que está poniendo a su disposición «los objetos y la ayuda necesaria» . «No es necesario que se nos haga llegar ropa, mantas ni alimentos, puesto que tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas», concluye el comunicado. De momento, no hay fecha para el funeral de las niñas fallecidas.