El padre de Gabriel Cruz sospechaba desde el pasado viernes que su pareja y ahora detenida por la muerte de su hijo era la principal responsable de la desaparición del niño. Las pesquisas de la Guardia Civil, especialmente a raíz del hallazgo de la camiseta del menor, también iban en la misma línea. No obstante, los agentes le pidieron que se mantuviera firme para que Ana Julia Quezada no percibiera sus dudas o un cambio de actitud hacia ella. Durante todo el período de búsqueda, la mujer se mantuvo al lado de su pareja, tanto en privado como en público, tanto en los operativos de búsqueda como en los actos de apoyo organizados.

Patricia Ramírez, la madre del menor, ha reconocido este lunes que también sospechaba de ella. "Tenía la esperanza de que en algún momento le soltara y por eso, en cada discurso salíamos apelando a su conciencia e intentando que todo fuera de otra manera", ha señalado en declaraciones a Cope recogidas por Europa Press, donde ha afirmado que temía que estas fueran las circunstancias de la desaparición de Gabriel.

Ha apuntado no obstante que era algo que la familia "no tenía confirmado" y "no se podía hacer ni decir nada porque era parte de la investigación y podía perjudicar al chiquillo". "No podíamos hacer nada que pudiera hacer que mi hijo no volviera a casa", ha añadido.

Sobre el origen de sus sospechas, ha declinado hacer comentarios y ha apuntado que quizá de este asunto se podrá hablar más adelante, pero "no ahora mismo", cuando la acusada permanece bajo custodia policial en espera de ser puesta a disposición judicial mientras siguen las investigaciones.

La madre de Gabriel se ha referido también al padre del niño y ha pedido "respeto" porque "está destrozado". "Es una persona maravillosa, que nadie dude de esto. Era imposible imaginarse esto que ha pasado. Voy a estar con él, tenemos que superar esto los dos juntos, pero está destrozado porque es muy difícil hacer la digestión no sólo de la pérdida de un hijo, sino que encima ha tenido que pasar por una persona que es cercana a él", ha explicado.Recompensa de 30.000 euros

Según informa 'La Vanguardia', la pretensión de la detenida era promover que la familia del niño ofreciera una recompensa de 30.000 euros por alguna pista que condujera a Gabriel Cruz. El rotativo explica que Ana Julia Quezada dejó dudas en los investigadores de la Guardia Civil desde que se le tomó declaración, ya que no había sido capaz de explicar qué había hecho después de que se le perdiera la pista al niño.

Por otra parte, el hecho de que la camiseta que había hallado la propia mujer - en una zona previamente rastreada- estuviera seca cuando el día anterior había llovido empezó a incrementar las sospechas sobre ella. No obstante, el hecho de que se hubiera detenido a un hombre sobre el que pesaba una orden de alejamiento respecto a la madre del niño hizo que ella se sintiese más segura acerca de que las pesquisas de la Guardia Civil girasen hacia otro punto de atención.

El viernes se tomó declaración de nuevo a la novia del padre, que de nuevo dejó dudas en los agentes. La mujer llegó incluso a sufrir heridas cuando cayó a un terraplén en el hallazgo de la camiseta del niño. Hechos que agrandaron las sospechas de la Guardia Civil y que concluyeron con su detención el domingo alrededor de las 13, cuando trataba de llevarse el cadáver del niño en el maletero de su coche.