La Policía Local de València ha detenido esta madrugada a un hombre de 27 años como presunto autor de un delito de violencia de género contra su pareja, una mujer de 25 años, tras agredirla y, posteriormente, intentar derribar la puerta donde se escondía la joven con su madre y sus hermanos. La víctima convive con su progenitora y sus hermanos pequeños debido a la precaria situación de estos y jamás había denunciado a su pareja por el mismo motivo.

Agentes de la Policía Local de València detuvieron al hombre en el barrio de Russafa a pesar de que fue él quien los llamó para denunciar que había sido víctima de una agresión por parte de su pareja, según han destacado fuentes policiales.

Los hechos se produjeron a las 03:15 horas, cuando la sala del 092 requirió a una patrulla para que se dirigiese a un domicilio desde el que había llamado un hombre que indicó que había sufrido una agresión por parte de su novia.

Cuando los agentes se entrevistaron con el hombre, éste les dijo que había comenzado a discutir con su pareja cuando había llegado a su domicilio y que en la discusión había intervenido la madre de su novia para defenderla, llegando a agredirle en una mano.

Según consta en las diligencias, el hombre dijo llamar a la Policía porque "como no quiere problemas con la Justicia, ha decidido llamar él personalmente". Los agentes observaron que el hombre, que acabó detenido poco después, presentaba una pequeña herida en la mano izquierda producida, al parecer, por un arañazo.

Mientras tanto, otros dos agentes se entrevistaron con la novia y trataron de tranquilizarla, ya que se encontraba en un estado de gran ansiedad y nerviosismo. Finalmente, les explicó que mantenía una relación sentimental con el detenido desde hacía cinco años y que en la actualidad convivían en el mismo domicilio con su madre y sus dos hermanos pequeños.

La mujer les aseguró que en el pasado había sufrido agresiones por celos pero que, durante el último año, no se había producido ninguna. Sin embargo, desde hacía unos días no había parado de menospreciarla e insultarla a diario, por lo que el día anterior ella se había negado a mantener relaciones con él.

Fue entonces cuando el detenido le cogió fuertemente de ambas muñecas y ella, al zafarse, le produjo la pequeña herida que el detenido tenía en la mano. El acusado se marchó de la vivienda y regresó más tarde en estado de embriaguez, según relató la mujer. Al verlo así, ella se encerró en una de las habitaciones con su madre y sus dos hermanos pequeños, ya que temía que pudiera hacerles daño.

El hombre volvió a insultarla y empezó a golpear fuertemente la puerta hasta llegar a romper parte. Los agentes confirmaron que la puerta presentaba desperfectos. La madre de la mujer también aprovechó para explicar a los policías que la pareja de su hija solía insultarla con frecuencia por defender a la joven, pero que no lo habían denunciado antes por la precaria situación en la que se encontraba la familia.

Tras escuchar todo esto, la Policía Local detuvo al hombre tras leerle sus derechos como presunto autor de un delito de violencia de género.