La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València juzgó ayer a un hombre de 40 años acusado de introducir en el país un cargamento de 19 kilos de cocaína oculta en un contenedor con carbón vegetal que entró por el Puerto de València en agosto del pasado año. El presunto traficante fue detenido en Alcalá de Henares durante una entrega controlada gracias a una operación conjunta de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado, dueño de una empresa de exportación de elementos electrónicos, una pena de diez años de cárcel por un delito contra la salud pública. La mercancía ilegal llegó al puerto valenciano el 17 de agosto de 2017 en un barco procedente de Colombia. En los controles habituales con buques de este tipo, los perros de la Guardia Civil marcaron en un contenedor la posible existencia de droga. Al abrir el cargamento legal, que era carbón vegetal para barbacoas, los agentes encontraron 75 paquetes revestidos con este mismo producto, pero al rascar comprobaron que había 19 kilos de cocaína con una pureza del 74 por ciento. El valor de la droga alcanzaba los 635.000 euros. Un agente camuflado y un amplio seguimiento dio con el destinatario de la droga.