El Sindicato de Policías y Bomberos (SPPLB) del ayuntamiento de Xirivella denuncia que, «debido a la falta de plantilla» al prevalecer «la búsqueda de ahorro económico» un único agente de policía se encargó de velar por la integridad de una mujer víctima de violencia machista a la que se había calificado su situación de «riesgo extremo» hace apenas una semana.El protocolo de riesgo extremo es el más alto que se puede aplicar a una víctima, implica un riesgo real de ser agredida y conlleva vigilancia policial permanente durante las 24 horas del día.

Sin embargo, únicamente se «asignó un agente de policía, pese a que el acompañamiento se prestaba tanto en las inmediaciones del domicilio, como en la calle, acompañándola cada vez que salía de casa», explicaron desde el sindicato. Debido a la situación de «riesgo extremo», la protección se prestó también a sus dos hijos menores de edad que la tenían que acompañar en todo momento. Para paliar la falta evidente de protección, el SPPLB explicó que «incluso se llegó a asignar a un agente interino (acompañado de un agente fijo) a las tareas de protección de dicha víctima, cuando un agente interino no porta arma ni puede ejercer bajo ningún concepto labores de seguridad ciudadana».

«Consideramos que no se puede poner en riesgo a una víctima de violencia de género, a sus dos hijos menores, y al propio agente de policía, por ahorrarse el abono de servicios extraordinarios para que sean dos los agentes de policía que ejerzan dicha protección», señalan fuentes del sindicato.

En esta línea, apuntaron que si «tanto la Jefatura de Policía como la Corporación no pueden garantizar la vigilancia y protección real de las víctimas que les son encomendadas, tal y como se comprometieron en su día», quizás «deberían replantearse dicho compromiso en esta materia». «Es inadmisible el poner en riesgo a la ciudadanía por ahorrarse algo de dinero», explican desde el sindicato.

Asimismo, desde el SPPLB recordaron que en julio, la Subdelegación «ya reprendió a este ayuntamiento ante una supuesta desatención a las víctimas de violencia de género», por lo que, sentenciaron «llueve sobre mojado».