La juez de Instrucción número 13 de València ordenó el lunes el ingreso en prisión de uno de los tres detenidos por agentes de la Policía Nacional por su supuesta pertenencia a un grupo criminal que, en el plazo de poco más de mes y medio, ha desvalijado cuatro tiendas de telefonía móvil y lo ha intentado en dos más en València y su área metropolitana. Además, se les imputa el intento de robo de una plantación ilegal de marihuana en un chalé aislado de Pedralba, cuyo propietario también ha sido arrestado.
Los tres presuntos atracadores -José Emilio A. S., de 36 años, Francisco O. G., de 41, y José A. M., de 42 años- fueron detenidos por agentes del grupo de Atracos de la UDEV de la Jefatura Superior de Policía de València el pasado domingo, instantes después de que trataran de robar la cosecha de marihuana en Pedralba. Según fuentes jurídicas, entre los tres suman cerca de 60 antecedentes policiales de toda índole. Esa es una de los factores que han pesado en la decisión de ordenar la prisión del primero de ellos, junto con el reconocimiento por parte de algunas de las víctimas tanto de su rostro como de las prendas que vestía en los asaltos en las tiendas de telefonía móvil.
En todos los casos, salvo en uno, entraban a robar de dos en dos en las tiendas y lo hacían con los rostros cubiertos. En unas ocasiones utilizaron cascos de motorista y en otros, pasamontañas. Se da la circunstancia de que en los registros practicados en el vehículo interceptado en Pedralba y en los domicilios tras las detenciones, los agentes se incautaron de varios de los elementos de disfraz supuestamente utilizados en los atracos. Así, confiscaron pasamontañas, varios pares de guantes de distintos tipos, linternas y varios teléfonos.
El mismo modus operandi
En los seis asaltos que se les atribuyen se repitió el mismo modo de operar. Siempre entraban en las tiendas pasadas las ocho de la tarde, cuando estaban a punto de cerrar, y portando armas blancas para intimidar a las empleadas -solo elegían tiendas en las que hubiera mujeres-. Los ahora arrestados desplegaban una actitud muy violenta, que incluyó agresiones en al menos dos de los atracos. En el resto de las ocasiones, obligaban a las dependientas a echarse en el suelo y a no mirarles a la cara. Mientras uno las amenazaba con el cuchillo, el otro vaciaba los terminales expuestos en apenas unos minutos.
El primer asalto se registró el 31 de agosto pasado en Mislata. Los ahora arrestados, disfrazados con cascos de moto, se llevaron, presuntamente, decenas de móviles por valor de unos 16.000 euros. Tres semanas después, el 20 de septiembre, se llevaron otros 30 terminales de gama alta de otra tienda de telefonía, esta vez ubicada en el 122 de la Carretera de Llíria, en Burjassot.
Solo cinco días más tarde, el 25 de septiembre, repitieron en otra tienda de venta de teléfonos móviles en el Camino de Moncada, donde obtuvieron un botín menor.
El siguiente asalto violento que se les imputa se registró a primera hora de la noche del 5 de octubre en una tienda de telefonía móvil ubicada en la avenida de Peris y Valero. Es el mejor golpe de cuantos se les atribuyen: lograron hacerse con terminales, casi todos de gama alta, valorados en 30.000 euros, además de otros 300 en efectivo.
Los otros dos atracos supuestamente cometidos por los ahora arrestados acabaron en fracaso, gracias a la providencial intervención de sendos ciudadanos que se dieron cuenta de que estaban robando y alertaron a tiempo al teléfono de emergencias.
Por lo que respecta al dueño de la plantación de marihuana, quedó libre tras declarar ante la Policía. La droga fue intervenida y, como es habitual, entrega en Sanidad.
