Dos de los cuatro presuntos implicados, entre ellos el supuesto autor material, del tiroteo con dos heridos graves ocurrido en la madrugada del pasado 1 de diciembre en la barriada de la Malva-rosa conocida como las «casitas rosa», en una discusión entre miembros de dos clanes distintos que terminó con una mujer y su yerno hospitalizados con lesiones graves.

La detención se produjo poco después de la una de la tarde de ayer, cuando los sospechosos salían de la sala de vistas donde acababan de ser juzgados, junto a tres personas más, por tráfico de heroína.

Tal como adelantó en su momento Levante-EMV, los presuntos responsables del tiroteo -Diego M. S., como autor material, y sus tres hermanos, como cómplices- fueron identificados aquella misma noche por agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València. Los agentes averiguaron que los cuatro tenían un juicio inminente por tráfico de drogas en la Ciudad de la Justicia. Aunque la policía albergaba pocas esperanzas de que acudieran a la vista oral al saberse buscados por el tiroteo, los investigadores establecieron ayer un dispositivo en torno a la sección segunda de la Audiencia Provincial de València, en la Ciudad de la Justicia, donde iba a celebrarse el juicio.

Contra todo pronóstico, dos de los sospechosos, Diego y Juan M. S., sí se presentaron a la vista oral. Al igual que otros acusados en la causa, aceptaron los hechos tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Pero ya no pudieron regresar a su casa, en Algemesí: en cuanto salieron de la sala de vistas, los agentes de Homicidios les colocaron las esposas y se los llevaron detenidos por sendos delitos de homicidio en grado de tentativa.

Por lo que respecta al caso juzgado ayer, la Fiscalía pedía penas de seis a nueve años de prisión para los doce miembros de la red de narcotraficantes que operaban desde Villena y Algemesí -entre ellos, los dos arrestados por el tiroteo- y que también traficaban en el distrito Marítim de València, entre los cuales hay varios miembros del clan familiar conocido como «Los Cañete».

Conformidad con las penas

Fue el grupo III de la Unidad de Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de València quien desmanteló la organización tras una investigación llevada a cabo entre julio y septiembre de 2013 contra la venta de drogas, fundamentalmente heroína y cocaína, en un inmueble del barrio del Raval de Algemesí.

Dos de los acusados tenían su residencia en Villena y eran los encargados de facilitar los pedidos de grandes cantidades de heroína a dos de los responsables del citado clan familiar.

Además, el clan disponía de otro colaborador que hacía las funciones de 'correo' entre Villena y Algemesí, y también transportaba pedidos de droga a València, otro que almacenaba las sustancias estupefacientes en su domicilio de Algemesí y otro que guardaba el dinero.

Otros dos se ocupaban de la distribución al por menor en Carlet y otros tres en los barrios valencianos del Cabanyal y la Malva-rosa, concretamente desde sus domicilios en las calles Vicent Gallart, Padre Pedro Velasco y Rosario, exactamente los escenarios donde se produjeron el tiroteo y los dos incendios posteriores como represalia al primero.

Las defensas de los enjuiciados alcanzaron un acuerdo de conformidad por el que los tres principales acusados han aceptado cuatro años y nueve meses por narcotráfico y tres meses más por pertenencia a grupo criminal, y el resto, entre dos años y cuatro años y medio.