La Liga Española admitió en junio que ha puesto en marcha un sistema que investiga la Agencia Española de Protección de Datos que utiliza el móvil de los 10 millones de aficionados que se han descargado la APP de LaLiga para espiar dónde están viendo el partido a través del micro del terminal y de su geolocalización.

El organismo capta el código binario de un sonido pactado de antemano en cada partido y lo rastrea en un mapa. Si no corresponde con un bar con el fútbol contratado, deducen que es pirata.