Un hombre de 28 años que ingresó en la cárcel madrileña de Soto del Real acusado de intento de homicidio a un vigilante privado ha matado de una paliza a otro recluso, de 55 años, que la prisión le había asignado como interno de apoyo para sus primeras horas en el centro penitenciario.

Fuentes penitenciarias han indicado a Efe que los hechos se produjeron en torno a las 21:00 horas del pasado miércoles en la cárcel cuando, por causas que se investigan, el presunto homicida, que había ingresado de madrugada en Soto del Real, comenzó una discusión con la víctima, un hombre de 55 años condenado por tráfico de drogas.

Según fuentes cercanas a la investigación, el presunto agresor es J.M.R.H, de nacionalidad española y experto en la disciplina Muay Thai, un arte marcial tailandesa en la que compite y de la que ostenta varios títulos como el de campeón de España en el peso de 67 kilos, según dice el mismo en una página web especializada en este deporte.

Aunque la pelea se inició fuera de la celda, fue en el interior de la misma donde el presunto agresor, experto en artes marciales, le propinó varios golpes, han añadido las fuentes consultadas, que han señalado que los funcionarios encontraron al hombre tendido en el suelo en estado muy grave y alertaron al 112.

Los servicios sanitarios del SUMMA que acudieron a la prisión comprobaron que la víctima tenía un traumatismo craneoencefálico y golpes faciales. Aunque trataron de reanimarle, el preso falleció antes de llegar al hospital.

Las fuentes consultadas han detallado que el presunto agresor llevaba pocas horas en prisión preventiva por un intento de homicidio tras una trifulca en el metro de Madrid donde se enfrentó hirió de carácter leve a un pasajero y trató de agredir a un vigilante de seguridad.

Estos hechos ocurrieron el pasado domingo en el metro de Legazpi en torno a las ocho de la tarde cuando J.M.R.H hirió a un pasajero con un cuchillo y le robó el móvil.

Según fuentes cercanas a la investigación, en su huida el asaltante llegó a enfrentarse con un vigilante de seguridad del metro que tuvo que refugiarse en una garita ante la agresividad del agresor y sus repetidas amenazas.

Ya en la calle, fue detenido por la Policía Nacional, que llegó a encañonarle para que depusiera en su actitud.

Por estos hechos, el entonces arrestado pasó a disposición de un juez que es quien decretó su ingreso en prisión por un intento de homicidio.

Al tratarse de su primera entrada en prisión, al presunto agresor le asignaron un preso de acompañamiento, una práctica habitual para los casos de recién llegados a la cárcel cuyo objetivo es que el recluso de apoyo ayude al "nuevo" a habituarse al régimen penitenciario.

Las fuentes consultadas han añadido a Efe que el presunto homicida ha sido trasladado al módulo de aislamiento y que será el juez de guardia el que previsiblemente le tome declaración en las próximas horas.