La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València ha absuelto de todos los cargos al profesor de Primaria acusado de los delitos continuados de favorecimiento de la prostitución de un menor y agresión sexual, así como de los delitos de falsedad documental y usurpación de esta estado civil por suplantar la identidad de un excompañero de trabajo para contratar una tarjeta prepago desde la que supuestamente concertaba los encuentros sexuales con el chico, de 14 años y nacionalidad rumana. El docente, defendido por el letrado Jorge Abadía, se enfrentaba a 15 años y medio de cárcel.

Asimismo, los otros dos acusados en dicho procedimiento, entre ellos la madre del menor para quien la Fiscalía solicitaba 19 años de prisión, también han sido absueltos por falta de pruebas. La sentencia pone en duda el testimonio del testigo protegido, clave en la investigación, al señalar que incurrió en «un largo número de contradicciones» y apreciar «cierto ánimo espurio en su denuncia» contra la madre de la supuesta víctima. «El hecho de que los viera varias veces subir con dinero a casa no es suficiente para enervar la presunción de inocencia».

Contradicciones del testigo

Esta persona fue quien puso a los investigadores del Grume de la Policía Nacional tras la pista de la explotación sexual de la que eran víctimas dos hermanos de 13 y 15 años en octubre de 2015. Pese a que en las intervenciones telefónicas los agentes sí que relacionaron al profesor ahora absuelto con la madre del menor, «las diligencias de vigilancia nocturnas fueron infructuosas, no pudiendo comprobar los encuentros a los que se referían las grabaciones», argumenta el fallo.

Del mismo modo la sala lamenta que las conversaciones en rumano no se reprodujeran en el juicio ni se realizaran las gestiones oportunas de reconocimiento de voz de los acusados ni de los menores. «Ninguna de las partes, en este proceso, solicitó la audición de las escuchas ni la lectura de las transcripciones, ni su cotejo por el letrado de la Administración de Justicia, de manera que su contenido no pudo ser sometido a contradicción por este tribunal», aclara.

El docente reconoció en la vista oral haber dado el número de DNI de su compañero en la tienda de telefonía, porque fue «el primero que le vino a la memoria». Por estos hechos, de los que también ha sido absuelto, ya había indemnizado con 3.000 euros «por las molestias» al profesor arrestado inicialmente tras la confusión.