Mide 1,80, es pelirrojo, de piel clara y ojos azules, de 37 a 40 años y posiblemente extranjero. A las 14.40 horas del domingo se desmayó cuando corría por el parque del Túria, a la altura de la estación de autobuses. Desde entonces, permanece inconsciente en un hospital de València, y en un primer momento sin identidad conocida.

La Policía Nacional ha intentado localizar a alguien que sepa aportar algún dato sobre él y finalmente, ha conseguido identificarlo. Se trata de un militar alemán, que responde al nombre de Akt DB . Los médicos intentarán hoy revertir la sedación para que los agentes hablen con él y tratar de ver si recuerda quién es y qué hace en València o si, por el contrario, el accidente sufrido cuando practicaba deporte le ha dejado secuelas que comprometan su memoria.

Uno de los testigos de lo sucedido, Jaume Ferrer, relata que eran alrededor de las tres menos cuarto del domingo cuando «vi un montón de gente arremolinada en el carril bici del cauce del río, agachados junto a un hombre».

«Supusimos que era un corredor, porque llevaba un pantalón de deporte azul, zapatillas deportivas y una camiseta blanca de manga corta. Aún no estaba inconsciente del todo, pero estaba muy desorientado. De hecho, era incapaz de responder, ni siquiera cuando se le hablaba en inglés. Y apenas podía mantener los ojos abiertos», explica Jaume, que iba en su bicicleta al trabajo.

«Tenía una gran brecha en la cabeza y sangraba bastante. De hecho, se había generado un charco importante. Había una persona atendiéndole directamente y el resto, alrededor de una decena, trataba de ayudar. Yo ni siquiera pude tocarle porque trabajo en la cocina de un restaurante y no puedo manipular cosas que, como la sangre, son muy complicadas de eliminar de la piel. Ya habían llamado al 112, pero yo volví a llamar para pedirles que agilizaran la ambulancia».

El vehículo sanitario llegó «casi a las tres». La espera se les hizo eterna, porque «el hombre estaba bastante mal y los minutos pasaban. Al final, llegó la ambulancia, pero no vino la policía, y se lo llevó al hospital. Nos quedamos preocupados, porque no respondía y no llevaba nada encima, salvo la ropa y el calzado. Tenía aspecto de ser extranjero, como del norte de Europa, y de estar haciendo deporte, pero no tenía nada encima que sirviera para identificarlo, ni documentación, ni teléfono móvil ni dispositivo alguno», reflexiona el testigo.

Fue precisamente el hospital quien puso a la Policía Nacional sobre aviso, ya que ingresó en estado grave y sin un solo documento identificativo. Agentes de la comisaría de Abastos, a la que pertenece el tramo del antiguo río donde se produjo el incidente, iniciaron una investigación que ha terminado por dar sus frutos.

Según ha podido saber Levante-EMV, nadie formuló denuncia alguna por la desaparición de este hombre, ni hubo alerta alguna por parte de los hoteles de la ciudad.

De hecho, una de las hipótesis que se ha barajado desde el principio era que se encontrase en València por trabajo y que estuviese alojado en alguno de los hoteles que se levantan a lo largo del antiguo cauce del Túria, uno de ellos a escasos metros del lugar del accidente.

De momento, según fuentes sanitarias, los médicos han descartado que sufriese un accidente cardiovascular y coinciden en que debió desvanecerse por el ejercicio físico, tras lo cual se desorientó como consecuencia del golpe en la cabeza y la consiguiente hemorragia.

El hombre fue operado de urgencia el mismo domingo por la noche y permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de València, bajo sedación absoluta. Los médicos afirman que su vida no corre peligro, por lo que hoy tratarán de revertir químicamente esa sedación para que la Policía pueda hablar con él. Eso sí, hasta que no lo despierten, es imposible determinar si conserva la memoria o si, por el contrario, sufre amnesia postraumática.