«No, no, no, parad». El vídeo de cinco minutos de duración intervenido a la Manada de Callosa d'en Sarrià recoge con claridad cómo la joven de 19 años se opuso a mantener relaciones sexuales y aún así los cuatro encarcelados no se detuvieron. Todo lo contrario, le taparon la boca para consumar la violación en grupo. Así lo señala la Guardia Civil en las diligencias abiertas por la violación múltiple de una joven en el sótano de una vivienda de Callosa en Nochevieja. El abogado de la acusación particular, Francisco González Fernández, también se pronunció ayer en el mismo sentido y afirmó que los investigados eran plenamente conscientes cuando consumaron la violación pese a que ella, en estado de semiinconsciencia, les decía: «¡No, no, no, parad!».

La acusación particular cree que los implicados pudieron anular la voluntad de la chica con burundanga, aunque esta sustancia no se puede detectar en la analítica. Lo que sí han revelado los análisis es que la denunciante dio positivo en cocaína, cannabinoides y alcohol, según González.

Por contra, el abogado defensor de dos de los investigados, Joaquín Ródenas, señaló ayer a este diario que sus clientes no usaron burundanga y que la propia víctima admitió durante su comparecencia en sede judicial que consumió cannabis, cocaína y alcohol, algo que no reconoció ante los investigadores de la Guardia Civil.

El vídeo de la Manada fue descubierto en el teléfono de uno de los detenidos y durante los cinco minutos de duración se aprecia «sin género de dudas» la oposición de la víctima, según la Guardia Civil. Los investigadores del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Vila Joiosa señalan en su informe que la joven no sólo se negó en varias ocasiones a tener relaciones, sino que se estuvo quejando por lo que le estaban haciendo. Pese a la negativa desesperada de la chica, que estaba afectada por drogas y alcohol, los sospechosos la tenían agarrada y en la grabación se aprecia incluso cómo llega a morderle los dedos a uno de los presuntos violadores, indica la Guardia Civil en su informe.

La denunciante de la agresión sexual declaró a la Guardia Civil que en ningún momento se planteó mantener relaciones sexuales con los ahora encarcelados. Dos de los cuatro detenidos han alegado en el juzgado que se encontraban bajo los efectos del alcohol y las drogas y que no recuerdan «nada» de lo sucedido.