El Supremo ha condenado a penas de hasta siete años de cárcel a tres jóvenes que en 2012, cuando tenían entre 19 y 24 años, violaron repetidamente a una chica Riba-roja aprovechando su estado de «aturdimiento» provocado por una sustancia que «le fue introducida» en la bebida. El alto tribunal ha rebajado en un año las penas impuestas a todos los acusados por la Audiencia Provincial de Valencia al contemplar la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas en el proceso, que se inició en 2012 y duró hasta 2018.

De esta forma, la Sala condena a dos de ellos a siete años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales y al tercero a cuatro años por abusos sexuales. También les impone cinco años de libertad vigilada, la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros con la obligación de asistir a programas de educación sexual y una indemnización de 10.000 euros.

Los hechos ocurrieron la noche del 2 al 3 junio 2012 en la discoteca Oasis, donde uno de los jóvenes coincidió con la víctima, con la que había mantenido años antes una «relación amistosa». En un momento determinado, según la sentencia, «le fue introducida en la bebida» de la víctima una sustancia (sin especificar quién lo hizo) «que le hizo perder el sentido de la realidad», circunstancia que aprovecharon los tres condenados, que la trasladaron al domicilio de dos de ellos.

Allí, siendo conscientes del «estado de aturdimiento y desorientación» de la víctima, la violaron repetidamente e incluso después de que uno de ellos se fuese, otro volvió a abusar sexualmente de ella «aprovechando que la misma deambulaba por la casa buscando sus pertenencias y su teléfono móvil». En el domicilio se encontraba un cuarto joven del que no se ha probado su participación en los hechos.

Por otra parte, la Audiencia de Alicante ha absuelto a tres británicos acusados de una violación en grupo a una compatriota en Benidorm denunciada en octubre de 2011, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. La falta de pruebas ha sido el principal argumento de los magistrados, ya que lo único que había era el testimonio que dio la víctima en su día ante el jugado que investigó los hechos. La víctima no se presentó a declarar al juicio celebrado el pasado mes de diciembre, más de ocho años después. La Fiscalía reclamaba para los acusados penas que sumaban los 30 años de cárcel, tanto por la agresión sexual cometida por cada uno, como por ayudar a los otros dos a consumar la suya.

Los hechos habrían ocurrido la madrugada del 30 de octubre de 2011 en un bloque de apartamentos de Benidorm. Los acusados habían venido desde el Reino Unido a pasar unos días de vacaciones en la ciudad turística. El fallo declara probado que la víctima se fue con uno de los acusados al piso en el que éste se alojaba y mantuvo relaciones sexuales consentidas, quedándose los dos dormidos al terminar en habitaciones diferentes de la casa. La víctima denunció que posteriormente cuando regresaron a la casa los otros dos acusados, la despertaron y la violaron entre los tres.

El cabecilla de la Manada

El considerado por la Guardia Civil como líder de la Manada de Callosa d'en Sarrià acusada de la violación múltiple de una joven de 19 años en una vivienda en Nochevieja, Joffre G.T., de 22 años, fue condenado recientemente a una pena de cuatro meses de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de violencia de género a una expareja y aún tiene pendiente un juicio por abusos sexuales a una menor, según fuentes judiciales.

Esta condena a trabajos comunitarios, que aún no la ha cumplido al estar pendiente de ser requerido para ello, se suma a otra anterior, de mediados de 2017, por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, según las mismas fuentes. Además de la condena por malos tratos, Joffre tiene otras penas leves por quebrantamientos de una orden de alejamiento relacionadas con esa misma expareja, quien asegura que le denunció 17 veces.