Un entrenador personal de un selecto club de tenis de un municipio del Camp de Túria, cuyo nombre omite este periódico para preservar el anonimato de la víctima, fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de València acusado de un delito continuado de abusos sexuales a una de sus alumnas, tenista profesional, cuando ésta acababa de cumplir 16 años. «Me tenía manipulada, necesitaba sacar esto de dentro de mí para que no le pase a otra persona», afirmó la víctima, ya mayor de edad, para explicar los motivos por los que tardó en denunciarlo.

La joven relató, además de los tocamientos y el control que ejercía sobre ella su entrenador, hasta tres episodios en los que éste la habría penetrado presuntamente sin su consentimiento entre 2015 y 2016. La primera vez que la forzó fue en su casa, la segunda en una furgoneta cuando se dirigían al entrenamiento y el acusado se desvió por un camino de tierra, y la tercera en un hotel de Barajas donde compartían habitación para, según el procesado, abaratar los costes. «Es una práctica común en el tenis cuando hay torneos fuera, sus padres lo sabían», explicó el acusado, 16 años mayor que su alumna y que se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel, según la petición del Ministerio Fiscal.

Por su parte, el procesado negó cualquier relación sexual con la menor y atribuyó la denuncia a un conflicto laboral con un antiguo socio. «Él la ha puesto en contra mía», explicó después de romper a llorar al recordar la buena relación que tenía antaño con su mentor. Asimismo, reconoció que alguna vez ella le besó y él no se apartó, pero que al darse cuenta que ella se había enamorado «empecé a rechazarla sin ser brusco para no perderla como alumna».

La víctima negó que tuviera celos de otras alumnas -mayores de edad- con las que su entrenador se acostaba. «Le agradezco con locura que vinieran a entrenar con él, gracias a eso me pude alejar de él». Respecto a un mensaje subido de tono, aportado por la defensa, la joven negó que se lo hubiera enviado desde su teléfono al acusado.