Un joven de 28 años fue detenido a principios de esta semana en València acusado de un delito de agresión sexual después de que una menor de 16 años denunciara en una comisaría de l'Horta que su compañero de trabajo en un puesto de comida rápida la había emborrachado, o anulado su voluntad con algún tipo de sustancia en la bebida, para forzarla sexualmente. La adolescente se despertó en el domicilio del sospechoso desnuda y con hematomas por el cuerpo, por lo que supone que trató de resistirse, aunque dice no recordar nada desde que abandonaron el local de ocio en el que se encontraban tomando copas.

El último recuerdo que tiene es que estaba muy mareada y que le pidió que le llevara a su casa, incluso apuntó que su compañero, doce años mayor que ella, sacó dinero para pagar un taxi. Sin embargo, el ahora arrestado, que ha ingresado en prisión provisional, no llevó a la menor a su casa, sino a su propio domicilio, donde se podría haber aprovechado de ella.

El presunto violador, de nacionalidad colombiana, al igual que su víctima, reconoció ante el juez haber tenido sexo con la menor, aunque alega que fueron relaciones consentidas. Al tratarse de una menor de 16 años, y por lo tanto en la franja de edad que sí puede dar su consentimiento sexual, la clave del caso será demostrar si éste se aprovechó del estado de ebriedad de la adolescente.

Él mismo reconoció que estuvieron bebiendo copas las noche del 4 al 5 de enero en un local de la Plaza Honduras tras salir de trabajar. Asimismo se tomaron una botella de aguardiente, con sal y limón, entre los dos.

Una prueba del estado en el que se encontraba la menor es que ésta vomitó en el salón del domicilio del sospechoso, quien a la mañana siguiente le lavó la ropa para no levantar sospechas entre la familia de la chica, a quienes también conoce. En un primer momento la menor le dijo a sus padres que estaba en casa de unas amigas, aunque finalmente les contó lo que le había ocurrido y éstos interpusieron la denuncia.

El Juzgado de Instrucción número tres de València acordó el pasado martes el ingreso en prisión provisional del acusado de un delito de agresión sexual ante el riesgo de fuga y los años de pena a los que podría enfrentarse. La Policía tomará muestras de la ropa de la víctima en busca de restos de perfil genético del presunto autor de la violación.

Por otra parte, la Policía Nacional detuvo en la Jonquera (Girona) a un ciudadano paquistaní, que intentaba salir de España oculto en un autobús, y que era buscado por agredir sexualmente a su hijastra en un local de un municipio de la Safor, cuyo nombre omite este periódico para preservar el anonimato de la víctima.

Agentes de la Unidad Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, en colaboración con policías locales de ese municipio, registraron el local donde supuestamente tuvo lugar la agresión por parte del ahora detenido. Los agentes no pudieron dar con el acusado, al que buscaban, por lo que se emitió una orden de búsqueda y captura por un delito de agresión sexual.

En un control fronterizo de un autobús, con destino a Italia, los agentes identificaron a los ocupantes del mismo, entre los que se encontraba el presunto agresor sexual, con una requisitoria del Juzgado de Instrucción número dos de Gandia.