Los investigadores del grupo de Homicidios de la Guardia Civil están centrando en el entorno más próximo a Manuel Tamarit, el hombre de 92 años asesinado el pasado 30 de enero en Albal, las pesquisas para dar con el autor o la autora del crimen. La principal línea de investigación, a tenor de los primeros resultados de la autopsia, del análisis de la escena del crimen y de las declaraciones de vecinos y allegados, es que quien estranguló a Manuel, conocido en Albal como El Boñigo, era una persona conocida.

Precisamente por esa razón, tres agentes del laboratorio de Criminalística de la Comandancia de València regresaron ayer al domicilio de la víctima, una casa antigua que ocupa el número 9 de la calle Maestro Serrano de Albal, para volver a inspeccionar la vivienda entera.

No había puertas forzadas, ni desorden que indicase pelea, y había sido parcialmente limpiada por el autor del homicidio para intentar limpiar los rastros de su paso por la casa. Especialistas en Criminalística tomaron muestras de sendas manchas de sangre en la pared exterior de la casa de la víctima, a pocos centímetros del vano de la puerta principal, y en la portezuela del contador de la luz de la casa de enfrente. Su análisis aclarará, primero, si es sangre humana y, en caso afirmativo, si pertenece a la misma persona -las dos parecen igual de recientes-. Además, se solicitará una prueba de ADN que se comparará, cuando los haya, con la de posibles candidatos.

Cinco botellas aceite de oliva

Mientras, continúa siendo un misterio la razón por la que el asesino vertió hasta cinco litros de aceite de oliva virgen sobre el cadáver de Manuel, tras lo que arrojó sobre él las botellas de plástico vacías y los tapones. Una de las tesis es que tuviera intención de quemar la casa y pretendía, con esa acción, producir el mayor daño posible al cuerpo, utilizando el aceite como potenciador de la combustión.

En todo caso, hay aceite de dos marcas distintas, lo que, unido a que Manuel no tenía una despensa repleta -iba comprando conforme consumía-, lleva a pensar que el criminal usó el que la víctima tenía en casa y, una vez que se le acabó, salió a comprar más utilizando las llaves de casa del fallecido.

De momento, el robo como móvil no cobra demasiada fuerza, ya que no se han llevado los escasos objetos de valor de Manuel ni falta nada en la casa.

Los investigadores también tienen previsto inspeccionar el coche de Manuel, que ha sido trasladado al retén de la Policía Local de Albal. Se trata de buscar vestigios del homicida dentro del vehículo, en el caso de que hubiera llegado al domicilio con la víctima el día del crimen o de que hubiese viajado en el vehículo con anterioridad.

Tal como adelantó Levante-EMV, el hombre murió estrangulado. Además, tenía un golpe en la cara que le produjo heridas abiertas en la ceja y la nariz y varias costillas rotas, posiblemente por presión.