El Protocolo Marco de Protección a las Víctimas de Trata de Seres Humanos establece que cuando la víctima sea extranjera y se encuentre en situación irregular, como es el caso de los once ciudadanos vietnamitas que eran esclavizados por una red china en plantaciones de marihuana de Silla, Alginet y Benifaió, se les conceda «un período de restablecimiento y reflexión y, en su caso, la exención de responsabilidad y la concesión de la correspondiente autorización de residencia y trabajo o el procedimiento de retorno asistido».

No se entiende entonces como ayer, tres días después de que fueran puestos en libertad por el juez, las administraciones todavía no tuvieran claro si cabía activar dicho protocolo y se hubiera iniciado ya el expediente de expulsión para nueve de ellos -los dos restantes al tener también nacionalidad inglesa no pueden ser expulsados-. La clave parece estar en que a todos los efectos administrativos siguen siendo acusados y no víctimas.

La Policía Nacional de Xirivella los liberó la semana pasada tras desmantelar la mayor mafia china de producción de marihuana en la provincia de València, como adelantó en exclusiva Levante-EMV. Al tratarse de un delito contra la salud pública tanto presuntos explotadores como supuestos esclavizados fueron detenidos y puestos a disposición judicial para aclarar los hechos, cómo llegaron al país y el papel que jugaban en dicha trama.

Sin embargo, una vez acordado el ingreso en prisión provisional de los presuntos cabecillas de esta red, acusados de delitos de trata de seres humanos, contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y falsificación documental, el Juzgado de Instrucción número uno de Torrent acordó la libertad con cargos de 12 de los 19 detenidos, todos ellos de nacionalidad vietnamita menos uno de origen chino.

Precisamente este último fue recogido por un amigo y se marchó supuestamente a Madrid. No haber activado a tiempo este protocolo podría derivar en que miembros de la organización criminal que no hayan sido arrestados puedan tener acceso nuevamente a las víctimas, de ahí el temor de éstas a posibles represalias. «Si vuelvo a Vietnam me matarán», confesaba a este periódico uno de ellos atemorizado.

En el auto de libertad del juzgado de cada uno de ellos se reconoce que estaban encerrados bajo llave, algunos incluso esposados, y que fueron traídos mediante engaños al país. Según explicaba una de las víctimas, les dijeron que iban a ser «jardineros», y vinieron para pagar un «préstamo» que habían contraído con dicha mafia.

Pero al no haber sido sobreseída la causa contra ellos por un delito contra la salud pública y encontrarse en situación irregular en el país -la organización les quitó la documentación y los trasladó a través de varios países con documentos falsos- se ha incoado un expediente de expulsión contra nueve de ellos. Sus defensas tratarán en los próximos días de paralizar dicho proceso presentando alegaciones para que se les reconozca como víctimas de un delito de trata de personas.

Su alojamiento y comida

Una vez puestos en libertad y sin saber dónde acudir, sin entender el idioma y a 10.500 kilómetros de distancia de su hogar, tuvo que ser la parroquia de la Asunción de Torrent la que a través de Cáritas Diocesana les buscara un alojamiento temporal. Así durante este fin de semana los once ciudadanos vietnamitas han permanecido alojados en un hostal de Torrent. Ayer, a tenor de que la situación no parecía haberse aclarado, los servicios sociales del Ayuntamiento de Torrent prolongaron su estancia una noche más.

Cáritas Diocesana, encargada de costear dicho alojamiento y su alimentación, así como de entregarles ropa, ya que llegaron con lo puesto y sin equipaje alguno, explican que su labor «ha sido circunstancial y provisional», pero que a partir de hoy se hará cargo la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Fuentes de la Conselleria sostienen que pondrán todos los recursos en su mano pero que al encontrarse todavía en fase de investigación no pueden hacer declaraciones sobre los pasos a seguir. Desde el Ministerio del Interior ayer todavía se desconocía qué va a ser de ellos.