Cristóbal D. M., el hombre arrestado en marzo de 2016 por matar de una brutal paliza a un amigo de 55 años y origen francés, tras propinarle puñetazos y golpear el cráneo de su víctima con la pata de una silla en un inmueble de Albal, reconoció ayer los hechos en el juicio celebrado ante un jurado popular. El Ministerio Fiscal solicitaba para el acusado una pena de catorce años por un delito de homicidio, como ya adelantó la semana pasada este periódico, pero tras la confesión del procesado y llegar a un acuerdo de conformidad todas las partes, éste aceptó una pena de diez años de prisión.

En el momento de los hechos el acusado «presentaba un trastorno por consumo de cocaína y un trastorno de la personalidad límite», de ahí que se le apliquen las circunstancias atenuantes de cometer el delito bajo la influencia de la cocaína y una atenuante análoga de anomalía o alteración psíquica.

Eso sí, se recoge la agravante de reincidencia ya que el autor mató a Juan Carlos R.L. tan sólo cinco meses después de salir de prisión tras cumplir una condena de más de cinco años por un delito de homicidio en grado de tentativa. Se le imponen también multas de 1.650 euros por dos delitos leves de hurto, un delito leve de maltrato de obra y un delito leve de lesiones, por agredir y robar a otras de las personas que estaban en la casa.