La jueza dejó ayer en libertad con cargos, por un delito de homicidio, a una pareja, de 29 y 35 años, después de que su hija, de solo cuatro años de edad, ingresara en el hospital por fuertes convulsiones el pasado viernes, debido a una ingesta de cocaína. La menor se encuentra en estado crítico en el Hospital del Vinalopó de Elx después de que fuera trasladada ayer desde el Hospital de la Arrixaca de Murcia, a donde fue dirigida inicialmente el viernes, por su gravedad. Ambos quedaron en libertad ayer tras pasar a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción 4 de Elx, en funciones de guardia, según confirmó ayer el abogado de la pareja, José Luis Sánchez Calvo. La jueza, en su auto de libertad, los señala como culpables de un delito de homicidio, pero la Fiscalía no pidió el ingreso en prisión de ambos, por lo que finalmente quedaron en libertad a la espera de ver cómo evoluciona la menor.

La Policía Nacional de Elx detuvo a los padres el lunes, tres días después de que la menor sufriese varios ataques y convulsiones por su intoxicación. Cuando el equipo médico analizó los resultados de los análisis y descubrieron la presencia de estupefacientes en sangre, dieron el aviso, como marca el protocolo, a las autoridades policiales y judiciales, al tratarse de una menor de edad. Los agentes iniciaron entonces las pesquisas y registraron la vivienda en la que vivía el núcleo familiar, con el consentimiento de los progenitores, quienes facilitaron esa labor de registro.

Los agentes encontraron en el interior del domicilio restos de hasta cuatro papelinas de cocaína, vacías, sin que hubiese droga en su interior. Por tanto, la investigación maneja como principal hipótesis que la menor podría haber ingerido la droga o bien chupando los restos que quedaban en la papelina o por accidente antes de que fuera consumida.

Los padres reconocieron ayer ante la jueza que son consumidores habituales, pero que nunca lo han hecho delante de su hija. Además, señalaron que varios miembros de su familia también consumen, por lo que las papelinas encontradas por los agentes podrían pertenecer a alguien de su familia, pues insistieron en que no sabían cómo podía haber llegado a manos de la niña, según trasladaron fuentes cercanas a la investigación.

Ojos en blanco

De hecho, la madre de la víctima aseguró que acostó a la pequeña en la noche del jueves, sin que presentara ningún tipo de indicio o problema de salud, y que no fue hasta el viernes por la mañana cuando la descubrió, con los ojos, en blanco, mareada, y con convulsiones.

Fue la abuela de la niña la que llamó a los servicios de emergencia, ya que la pareja convive con los padres de uno de ellos. Rápidamente una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) se desplazó al domicilio de la pareja y trató de reanimar a la pequeña. Tras ser estabilizada, se la llevaron al Hospital de la Arrixaca, donde permaneció hasta ayer.

Tanto la Policía Nacional como el auto de la jueza les imputaban un homicidio porque al ser menor, y por su estado de indefensión por tan corta edad, cualquier acción que atente contra su vida recibe esa calificación en el Código Penal, aunque esta podrá modificarse en los próximos días dependiendo de cómo avance el estado de salud de la menor.

Desde la Fiscalía confirmaron ayer que la acusación que ejercerán sobre los detenidos dependerá de esa evolución, aunque el informe forense de ayer señalaba que estaba en estado crítico. Sin embargo, el juzgado aún está a la espera de recibir los informes médicos que determinen las consecuencias de ese consumo de estupefacientes y si la menor tendrá alguna secuela si sobrevive. Tampoco estaba claro ayer, a falta de esos informes, la cantidad de cocaína que ingirió, un dato que llegará tras el resultado final de los análisis de sangre practicados tras su ingreso hospitalario.