Se hacía pasar por una mujer de 30 años enferma de cáncer de útero y en tratamiento de quimioterapia para suscitar la compasión de una adolescente de trece años y, una vez ganada su confianza, pedirle que le enviara fotos desnuda y vídeos eróticos. Así lo reconoció ayer un joven de 32 años, detenido en San Cruz de Tenerife y juzgado en València, acusado de esta práctica delictiva que utilizan algunos pederastas a través de redes sociales conocida como 'grooming'.

El procesado confesó los hechos en el juicio celebrado en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de València y aceptó una pena de tres años de cárcel, concretamente dos años y medio por un delito de elaboración de material pornográfico y cinco meses y 29 días por un delito de abusos sexuales.

Los hechos se produjeron entre los meses de febrero y junio de 2016 cuando el acusado contactó con la menor a través de Instagram. Mediante la cuenta «chicas_atrevidas» el pederasta fingió ser una mujer llamada Laura, de 30 años, y que sufría cáncer de útero. Al principio trató de darle lástima y posteriormente le envió algunas fotos de mujer en ropa interior como si fueran suyas para que la menor, de trece años, le enviara de ella desnuda y hasta un vídeo masturbándose.

El pederasta admitió que era conocedor de la edad de la menor, que tenía entonces trece años. Asimismo, en el registro realizado en su domicilio de Tenerife en septiembre de 2017 los agentes intervinieron un disco duro donde se encontraban algunas de las fotos enviadas por la víctima, así como el vídeo íntimo.

Tras llegar a un acuerdo de conformidad entre la defensa del acusado, la fiscalía y la acusación particular, se le rebajaron las penas solicitadas inicialmente que ascendían a los seis años y medio de cárcel. La Audiencia de València lo condena a tres años de prisión por abuso sexual a menor y producción de pornografía con las circunstancias atenuantes de reparación del daño y confesión.