Asco e incredulidad a partes iguales ha recorrido a usuarios del autobús urbano y a vecinos de Sant Vicent del Raspeig tras conocer la noticia. Todo ocurrió el lunes en el autobús número 24 que une Alicante con la Universidad y Sant Vicent. Un joven se acercó a una chica sentada en el bus y se quedó de pie junto a ella. El hombre comenzó a masturbarse protegido por su chaqueta y en un momento determinado, antes de bajarse en la parada del parque Lo Torrent, eyaculó sobre la chica y se marchó.

El relato lo hace una joven que estaba sentada junto a la víctima y que llamó a la Policía Local de Sant Vicent para denunciar lo sucedido. La joven ha compartido su testimonio en las redes sociales para alertar a las usuarias de la línea de la Universidad. Cuenta además que la agredida quedó en estado de shock sin poder reaccionar.

Ahora, el cuerpo policial está buscando al sujeto. Los agentes están utilizando la fotografía aportada por otra usuaria del autobús que se había sentido intimidada por el mismo hombre ya que, tras corroborarlo, respondía a la descripción de la testigo.

La víctima sin embargo no ha presentado por el momento una denuncia formal, aunque la Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido. Desde la Benemérita apuntan que el exhibicionismo es delito cuando se practica delante de menores. En este caso es necesario contar con el testimonio de la víctima para evaluar si se ha producido un abuso.

Fuentes de la investigación señalan que se ha llamado a declarar al conductor del autobús para que arroje luz sobre la situación, puesto que la persona afectada no ha dado señales de vida.

Apuntan que el chófer no se percató de lo ocurrido pero atendió a la joven en un primer momento. La víctima se le acercó para pedirle algo con lo que poder limpiarse y le explicó lo sucedido aunque rechazó denunciarlo como el conductor le sugirió.

Desde el área de Seguridad del Ayuntamiento de Sant Vicent del Raspeig corroboran que recibieron la denuncia telefónica y advierten de que se trata de un caso aislado y de que son muy escasos los asuntos relacionados con estas prácticas exhibicionistas. La concejala de Bienestar Social e Igualdad, Begoña Monllor, aseguraba que «se están tomando todas las medidas para localizar al autor» y muestra su malestar por este tipo de conductas que, confiesa, provocan inseguridad entre las mujeres.

Desde la compañía de autobuses animan a las personas que fueron testigos de lo ocurrido y a la propia víctima a presentar una denuncia formal para que se pueda perseguir el hecho. A la vez, desde la compañía muestran su solidaridad con la víctima y el rechazo a lo sucedido.

Un caso aislado

Fuentes de Vectalia añaden que se trata de un caso aislado y aseguran que no se suelen producir situaciones tan desagradables porque, en general, los usuarios son «bastante cívicos».

Explican que algunos autobuses llevan cámaras de vigilancia, aunque éste en concreto no contaba con ellas. Los autobuses que circulan por la noche sí que las tienen.

Por su parte, la Plataforma por la Igualdad Raspeig no ahorró calificativos tras conocer lo sucedido en un autobús que utilizan muchos vecinos y sobre todo universitarios. Y muestran su repugnancia hacia actos de exhibicionismo como el sufrido en la línea 24. «Estamos muy preocupadas porque ocurran estas cosas y nos preguntamos hasta qué punto está influyendo la pornografía en la educación sexual de los jóvenes y la cultura de la violación», declara la presidenta, Raquel Rodríguez.

El placer de causar repugnancia

El caso de un hombre que se ha masturbado y eyaculado sobre una desconocida en un espacio público, en este caso un autobús, no es ni el único ni el más extremo. En ocasiones se producen situaciones anómalas y detrás de ellas está, en muchos casos, una sexualidad mal entendida o una permisividad alentada desde la niñez que altera la percepción de las cosas, en opinión del jefe de Bienestar Social del Ayuntamiento de Sant Vicent del Raspeig, Marino Martínez, y especialista en Psicología Clínica.

El experto analiza lo sucedido y señala que en el comportamiento de este hombre se percibe una «estructura sexual perversa», con intención de hacer daño. Advierte de que cuando se producen casos como este, se trata de personas que solo obtienen placer provocando miedo u otros sentimientos en la otra persona. Y recuerda algún caso similar en el que la persona solo obtenía satisfacción con la cara de horror de la mujer a la que agredía.

Al margen de este caso concreto, el psicólogo clínico añade que las redes sociales están produciendo en algunas personas comportamientos sexuales «que se pueden ver acelerados y alterados o modificados» cuando se inician en una época de niñez sin la madurez suficiente.

El acceso fácil a la pornografía y los estímulos a los que los niños y jóvenes están en contacto actualmente a través de juegos interactivos está generando, según reconoce el experto, nuevos comportamientos y un desapego de lo que debería ser rechazable. Explica que actualmente los jóvenes consumen y comparten contenidos de gran violencia, en muchos casos violaciones reales.

El experto señala que cada vez con más frecuencia se están produciendo casos de chavales «deslimitados», sin atención de los padres o que se crían prácticamente sin una vigilancia de lo que está bien y está mal, «que consumen pornografía y llegan a distorsionar la realidad».