Nuevo golpe policial a las redes del narcotráfico en València. Agentes de la Policía Nacional han detenido en Massanassa, València y Mislata a 14 personas que supuestamente formaban un grupo organizado dedicado a la distribución de cantidades medias de cocaína, heroína, hachís y marihuana. Las detenciones se han producido el mismo día en que se daba a conocer que el laboratorio de transformación de cocaína desmantelado en octubre pasado en Llombai, del que informó en exclusiva Levante-EMV en enero pasado, tenía capacidad para producir 100 kilos de cocaína a la semana.

La última operación policial, llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional del grupo III de la Udyco de València y de la misma unidad de la comisaría de Alicante, ha permitido detener a 14 personas, todas ellas de nacionalidad española, y practicar 22 registros domiciliarios durante los cuales han sido intervenidas distintas cantidades de droga, así como armas de fuego, dinero en metálico y todos los útiles habituales para manipular y envasar la droga al por menor.

Los registros fueron realizados en València, Mislata y Massanassa, municipio donde residía el principal responsable del grupo, en cuyo domicilio encontraron un fusil de asalto AK47, el arma de guerra de origen ruso conocida como Kalashnikov por el apellido de su creador, así como un rifle, un revólver y una pistola.

Al parecer, había dotado la vivienda de grandes medidas de seguridad para evitar que la policía o algún ladrón derribasen la puerta en un hipotético asalto, lo que no evitó que los agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) lograsen su objetivo y entrasen en la casa a primera hora de la mañana del miércoles.

Según ha podido saber este diario de fuentes jurídicas, la Policía ha confiscado al menos dos kilos de cocaína, más de 300 gramos de heroína, numerosos productos para adulterar la droga antes de envasarla para su venta y una gran cantidad de marihuana y de hachís.

Cien kilos a la semana

Por otro lado, los responsables en València de la Udyco de la Policía Nacional y del Equipo de Delincuencia Organizada (EDOA) de la Guardia Civil explicaron ayer que el laboratorio desmantelado en un chalé de Llombai tenía capacidad para producir «al menos 100 kilos de cocaína a la semana», lo que, traducido en dinero supone que podrían haber ingresado más de tres millones de euros semanales -la cocaína vendida al por mayor se paga a unos 30.000 euros por kilo-.

De los siete detenidos, entre ellos dos colombianos llegados desde su país ex profeso para 'cocinar' la cocaína, cinco continúan en prisión.

La droga llegó a través del puerto de València camuflada en sacos de carbón de 20 kilos cada uno. La mezcla hizo que nadie la detectara al entrar, así que la carga fue trasladada a una nave industrial en Alfarp, lugar donde después la intervendrían los agentes -interceptaron 980 kilos distribuidos en 48 sacos-.

Los presuntos narcos empezaron a ser investigados tras detectar la distribución de sustancias prohibidas porque se utilizan en procesos de fabricación y transformación de la cocaína. Tras seguirlos, detectaron el laboratorio en un chalé aislado de Llombai, en cuyo sótano, compartimentado en tres bodegas donde antaño se criaban champiñones, habían montado el laboratorio, distribuido en tres fases de producción.