Fuentes del Ministerio del Interior informaron ayer a Levante-EMV que las supuestas frases vejatorias contra la alcaldesa de Paiporta que el comandante de la Guardia Civil de ese municipio pronunció en presencia de un teniente y dos sargentos en el despacho del primero serán investigadas en el marco del expediente disciplinario abierto.

Aunque esa investigación interna ordenada por el director general de la Guardia Civil, Félix Azón, tiene por objetivo principal dilucidar si el comandante ha sometido a acoso laboral a su inmediato subordinado, el capitán de Paiporta, que ha sido tipificada como una falta muy grave, «si en el transcurso de esa indagación se descubren otros hechos punibles», se abrirán «los expedientes que sean pertinente».

La Dirección General de la Guardia Civil ha encomendado la instrucción del expediente disciplinario a la comandante jurídica adscrita al instituto armado en la Comunitat Valenciana. La instructora tomará de nuevo declaración a los testigos que ya fueron interrogados en la información reservada que ha dado pie a la actuación disciplinaria abierta ahora, tal como adelantó ayer en exclusiva este diario. Si los testigos ratifican punto por punto sus declaraciones o, incluso, aportan nuevos datos, el expediente podría concluir en una sanción grave para el comandante.

De momento, tal como publicó ayer este periódico, la Guardia Civil ha ordenado que el oficial investigado, que ya lo fue en varios asuntos cuando era capitán jefe de la compañía de Ayamonte, en Huelva, sea suspendido cautelarmente por un periodo de tres meses. Se trata de una medida «muy excepcional» que pocas veces se ha adoptado en las investigaciones internas a oficiales del instituto armado.

La información reservada realizada por la Comandancia de València tras la denuncia por acoso laboral del capitán y un escrito en el mismo sentido de uno de los tenientes de Paiporta concluyó que la actitud del comandante podía ser constitutiva de una falta muy grave -la del mobbing, recogida en el artículo 7.8 de la ley de régimen disciplinario de la Guardia Civil- y otra falta grave por la falta de autocontrol con los subordinados. Además, recogía la conveniencia de que el comandante acudiera a la consulta del psicólogo. Por ahora, el expediente solo investigará la falta muy grave del artículo 7.8, pero podría ampliarse en caso de que la instructora verifique otras actitudes merecedoras de reproche jurídico.