Lejos de esconderse, el cirujano maxilofacial Luis Senís, ha optado por «dar la cara» para «desmontar esta trama cuyo único fin es hacerme daño profesionalmente». Asegura que las dos mujeres a las que acusa de «traición emocional» se conocen entre sí, pero, afirma, no son las verdaderas responsables de la difusión de los vídeos.

«Voy a llegar hasta el final», advierte. Según su teoría, alguien se habría aprovechado del robo de los móviles para «utilizar contra mí unas grabaciones antiguas, sin tener en cuenta el daño a la otra persona que está en las imágenes y a mi familia».

Además, mantiene que «a mí no me han echado del Hospital Virgen del Consuelo, sino que he decidido yo dejar de alquilar sus quirófanos de manera voluntaria después de este incidente».