La Policía Nacional ha abierto un expediente disciplinario a un agente destinado en la seguridad de los juzgados de València después de saber que lo buscaba la Guardia Civil por haber realizado dos simpas, uno en una gasolinera de Les Alqueries, donde rellenó el depósito de su vehículo, un BMW de color blanco que figura sustraído desde noviembre pasado, al parecer por impago de las cuotas, y otro en un restaurante chino, en el que llegó a exhibir su pistola y su placa tras admitir que no llevaba dinero y dejar su DNI en prenda. En este local, donde cenó y trató de pagar con una tarjeta sin fondos, se identificó en varias ocasiones como "un policía de Valencia, de Zapadores".

Según la denuncia presentada por el encargado de la estación de servicio, el agente, que además iba vestido con su uniforme completo, no solo no abonó el llenado del depósito de su vehículo particular, sino que, además, hizo uso de los baños de la gasolinera, en la que «nunca antes lo habíamos visto».

Sucedió a las 7.20 horas del pasado sábado en la estación de servicio Cepsa ubicada en el punto kilométrico 963,7 de la carretera N-340, en el término municipal de Les Alqueries. En ese momento, estaba solo en el interior el encargado, César Sanz Colom. «Yo estaba detrás del mostrador. Entró, fue al baño y, al salir, me dijo que si le podía abrir el surtidor. ¿Cómo le iba a decir que no a un policía nacional?», se pregunta el hombre, quien habitualmente aplica el prepago como en la mayor parte de las gasolineras.

El ahora investigado echó «52 euros de diésel óptima [el más caro], se montó, arrancó y se fue. Aún esperé 20 minutos, hasta las 7.38, antes de llegar a la conclusión de que no era un olvido, sino un impago y alertar a la Guardia Civil», explica César Sanz.

Durante el tiempo que el agente, cuyo BMW está dado de baja aunque seguía utilizándolo, permaneció en la gasolinera fue captado perfectamente por todas las cámaras de seguridad. Gracias a ello, la Guardia Civil ha determinado que se trata de un uniforme auténtico, incluidos el calzado, la gorra y los elementos -pistola, grilletes, guantes anticorte...- colocados en el cinturón.

Agentes del puesto de Burriana, donde César denunció el domingo porque el sábado solo había un guardia y no le pudieron atender, trataban ayer de identificar al supuesto estafador, que fue finalmente detenido por la propia Policía Nacional.

Ahora, Jefatura está investigando los hechos, que de momento, podrían constituir como mucho un delito leve que no implica detención, aunque sí posibles infracciones al régimen disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía: por usar el uniforme sin estar de servicio, por conducir un vehículo dado de baja y por mostrar su pistola y su placa.

Pese a los reiterados intentos por parte de Levante-EMV, un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de València se limitó ayer a responder con un «no vamos a decir nada» . El agente ya había protagonizado antes otros episodios, aunque la jefatura nunca había actuado contra él.

El policía estaba destinado hasta ayer en la Unidad de Protección y Seguridad (UPS), dependiente de la Brigada de Seguridad Ciudadana, concretamente, en la unidad polivalente, encargada de la seguridad de los juzgados y de la conducción de los detenidos.