Los estereotipos de género que aún existen entre el personal policial y los operadores jurídicos dificultan y entorpecen la evaluación del riesgo real al que se enfrentan las víctimas de violencia machista, un paso clave para su protección, alertaron ayer diversas expertas. Así lo denunciaron juristas, psicólogas, expertas y responsables de distintas administraciones en la jornada «El sustrato sociológico de la violencia de género», celebrada en el Ministerio con la presencia de la ministra en funciones Dolores Delgado, donde analizaron el apoyo y protección que se da a estas víctimas, así como la respuesta legal a esta problemática.

«La influencia de estos estereotipos de género es particularmente preocupante en la Justicia, que operadores jurídicos que tienen la capacidad decidir lo que es justo y lo que no, se dejen llevar en determinadas ocasiones por unos patrones (...) que finalmente provocan una clara situación de injusticia», advirtió la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto. Subrayó la importancia negativa, sobre todo, de los estereotipos que existen respecto al rol social de la mujer y de las bases sobre las que se construyen las relaciones entre hombre y mujeres: «El mito del amor romántico determina comportamientos absolutamente tóxicos en la pareja y hacen muy difícil la ruptura en el momento inicial del maltrato», destacó.

También lamentó que estos patrones se reproduzcan a la hora de decidir sobre la patria potestad de los hijos en casos de violencia machista y dijo que «hasta muy recientemente» no se ha tenido en cuenta a los menores. «Un maltratador no es un buen padre», aseveró Soleto, que consideró fundamental garantizar que los operadores jurídicos «tengan un mínimo conocimiento de qué pasa». «La sensibilidad y el compromiso no son suficientes para conseguir integrar la perspectiva de género. Hace falta conocer los elementos que determinan la desigualdad y aprender a hacer un análisis exento de estereotipos», remarcó la experta.