Mediante una cuenta de Instagram falsa y fingiendo ser inicialmente una mujer para ganarse la confianza de la menor, un joven de 29 años contactó con una niña valenciana de doce años y la convenció para que le enviara fotos de índole sexual. Era solo la punta del iceberg. La policía localizó en el registro de su domicilio, en un municipio de Ciudad Real, numerosas fotografías y vídeos de carácter sexual de chicas jóvenes, algunos de ellos especialmente salvajes donde las supuestas víctimas practicaban zoofilia.

No obstante, tras las investigaciones realizadas y no poder identificar a las personas que aparecían en las mismas, así como no poder determinar con exactitud si se trata de menores, la Audiencia Provincial de València lo condena ahora únicamente por el caso concreto de la menor valenciana. Así, le impone un total de tres años de cárcel, dos años y medio por el delito de elaboración de material pornográfico y seis meses más por el delito de abuso sexual a persona menor de 16 años.

La Fiscalía solicitaba inicialmente una pena de seis años de prisión por dichos delitos pero tras el reconocimiento de hechos del acusado durante la vista oral, celebrada hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de València, se le ha rebajado la pena a tres años de cárcel y tres años más de libertad vigilada. Se le aplica una circunstancia atenuante muy cualificada de reparación del daño ya que el procesado ya ha pagado los 4.000 euros de responsabilidad civil y 3.200 euros de las costas.

El ahora condenado contactó con la menor a través de esta red social en mayo de 2016 cuando la víctima apenas tenía doce años. En un primer momento se hizo pasar por una mujer hasta que, una vez ganada su confianza, reconoció ser y le comenzó a solicitar fotos de ella desnuda y en ropa interior.

Pese a saber que la víctima tenía doce años, según ella misma le manifestó, el ciberacoso sexual fue a más llegando a convencerla de que le enviara vídeos practicando sexo. Tras la denuncia interpuesta por la familia de la niña, la policía localizó en un municipio de Ciudad Real al presunto pedófilo. En el registro realizado el 20 de septiembre de 2017 los agentes se incautaron de una memoria USB con una carpeta con "numerosas fotografías de carácter sexual de chicas jóvenes mostrando sus órganos sexuales si bien no se puede precisar que sean menores".