El hombre condenado por llamar «negro de mierda» a un hombre en València cuando le recriminó tras sorprenderle fotografiando a sus hijos menores de edad ha vuelto a ser denunciado por agredir a la misma persona, propinándole patadas por la espalda, apenas unos días después de conocer la condena que le habían impuesto. La víctima espera ahora un nuevo juicio, de nuevo con tintes racistas, después de la primera condena, que obligaba al supuesto agresor a pagar 1.500 euros o ingresar en prisión.

La nueva agresión se produjo el 21 de mayo, cuando el hombre llegaba a su casa, en València, cargado con tres garrafas de agua de ocho litros cada una a su casa que acababa de comprar en un supermercado. Según ha relatado en su denuncia, interpuesta ante el juzgado de guardia de València, fue atacado por la espalda por su agresor, quien le propinó dos patadas en las piernas con la intención, al parecer, de hacerle perder el equilibrio, ya que esperó a que estuviese subiendo las escaleras para atacarle.

La víctima estuvo a punto de caer al suelo, pero logró evitarlo a pesar del peso y la carga que acarreaba. Mientras, el supuesto agresor corrió escaleras arriba y se refugió, según el relato del denunciante, en el piso en el que reside su hija, en la misma finca de la víctima.

Pese a que el agredido admite que no sufrió lesiones, decidió denunciar igualmente al tratarse de la misma persona condenada un mes antes, en abril, por haberle llamado «negro de mierda», y haberle agredido y roto el móvil y el retrovisor de su furgoneta. De hecho el hombre ha solicitado una orden de alejamiento porque teme que pueda haber nuevas agresiones en represalia por la condena.

Tal como publicó en exclusiva Levante-EMV esta misma semana, los hechos que se sustanciaron en la condena se produjeron el 5 de diciembre pasado, cuando la víctima se enfrentó al agresor al ver que estaba grabando con el móvil a sus hijos de corta edad. Lejos de callarse, el ahora condenado le insultó llamándole «negro de mierda» en varias ocasiones y sin mayor motivación que la racista, según recoge la sentencia del Juzgado de Instrucción número 7 de València, lo que llevó al juez a admitir la aplicación de la agravante de discriminación que recoge en su artículo 22.4 el Código Penal.

El juez, a petición de la abogada de València Acoge Pilar Serrano, que llevó la acusación particular en ese caso y se ha hecho cargo ahora también de la nueva denuncia, contempló la misma agravante, además de para el delito leve de lesiones, para el de daños, ya que rompió el teléfono móvil de su víctima y poco después hizo lo mismo con el retrovisor de su furgoneta, que golpeó cuando el hombre trataba de irse del lugar con sus hijos para evitar males mayores.

La sentencia impuso al denunciado 60 días de multa con una cuota diaria de 10 euros por el delito leve de lesiones y 90 días con igual cuota de 10 euros al día por el de daños. Además, le obliga a indemnizar a la víctima con 318,69 euros por la suma de las lesiones y daños sufridos, como informó este periódico.